Fueron un grupo indie de esos que cantaban "mirándose a los pies", y ahora cantan nanas a sus hijos con la experiencia de haber pisado muchos escenarios. El cuarteto granadino Niños Mutantes publica Las noches de insomnio (Ernie records) -que este jueves presenta en directo en Madrid- y confiesa estar más motivado que nunca. Hablamos con el cantante de la banda, Juan Alberto.

La promo de su disco dice que "suena del carajo".

Sí, podemos decirlo (risas). Aunque es verdad que no siempre es así, no es fácil dar un resultado final bueno, pero nosotros tenemos una amplia experiencia. En cualquier caso, nunca hemos estado obsesionados con la perfección: el proceso de grabación de un disco está sobre dimensionado. Puede llegarte una canción buena grabada en unos estudios de Nueva York o en un magnetofón.

Música de calidad, y en castellano.

Claro, si es que a todo el mundo ahora le ha dado por cantar en castellano, y muchos son, por cierto, grupos de Barcelona. A nosotros nos parece muy bien porque además no hacemos bandera del idioma. Somos conscientes de que con las palabras le vamos a llegar a más gente, por eso no usamos rimas forzadas y tampoco decimos naderías. Nuestras letras son honestas, hablan de nuestras vidas. No nos gusta la música intrascendente, lo nuestro es un disparo en las entrañas.

¿Se nota el cambio de discográfica?

Sí se nota. Cambiar de discográfica es como cambiar de pareja o de ciudad, es un revulsivo, todo empieza a funcionar de otra forma. La relación con el otro sello ya estaba agotada, y ahora, al pasarnos al de nuestro manager, tenemos una mayor autogestión y, por ejemplo, los discos nos salen más baratos. Trabajamos como en familia, y ahora hemos incluido también a los técnicos que nos llevaban los directos. Nada que ver con una producción autocomplaciente.

¿Llamarse "niños" después de tanto tiempo resulta reconfortante?

El otro día decía una crónica que más que niños éramos unos osos barbudos. El nombre es una coña, fue una tontería que se nos ocurrió al principio y que ha ido cogiendo sentido con el tiempo. Somos personas que mutamos con algo que tiene que ver con la infancia, somos un poco como Clark Kent en Superman, o como Peter Pan. Rechazamos el mundo de los adultos.

Y lo del insomnio... ¿es por la edad?

La edad avanza inexorablemente conforme pasan los años y con este tipo de vida que llevamos yo ya no puedo levantarme a las 12 (risas). Somos hormiguitas en un ciclo que no controlamos, y ahora casi todos tenemos hijos pequeños. Intentamos canalizar el insomnio de manera positiva; en ocasiones con él te vienen las ideas.

¿Para sobrevivir en la música hace falta talento o más bien dinero?

La experiencia nos dice que el talento y el dinero no te garantizan nada, aunque si una multinacional se empeña, puede llegar a convertir algo en éxito. Afortunadamente hay veces que las cosas salen por su propio peso. La democratización actual de Internet no garantiza que el talento salga adelante, pero las redes sociales, por ejemplo, son factores que sí influyen. Lo bonito y duro de todo esto es que incontrolable.

¿Siguen teniendo ambición?

La música nos da cada vez más satisfacciones, seguimos creciendo: nos sentimos muy cómodos en el escenario. Yo siempre digo que de aquí a 20 años llenaremos estadios (risas). Hace una década actuábamos como si nos estuvieran haciendo un examen y como éramos del mundo indie tocábamos mirándonos a los pies (risas). Ahora disfrutamos mucho y tenemos más hambre de llegarle a la gente.

¿Cómo se porta el público en sus conciertos?

La verdad es que muy bien. Todo el mundo nos asustaba con esto de la crisis, pero estamos teniendo más público que nunca, y lo mejor es que la gente canta nuestras canciones en plan karaoke. Estamos contentísimos, hemos superado el tabú de quitarnos el micro para dejar que el público cante.

¿Sigue siendo buena la salud de la escena andaluza?

Muy buena. Hay bandas nuevas que están muy bien, como Napoleón Solo, Elastic Band, etc. Sigue habiendo relevo, aunque los veteranos siguen en forma...

BIO. Niños Mutantes es un grupo de Granada que se formó en 1994. Han publicado siete discos de estudio, el último de ellos, Las Noches de Insomnio, por primera vez con una nueva compañía, Ernie Records.