El consejero de Sanidad del Gobierno Vasco, Rafael Bengoa, anunció hoy que van a desarrollar 14 proyectos estratégicos que se irán poniendo en marcha de manera paulatinamente a partir de este mismo mes y que supondrán mejorar la atención de los pacientes con enfermedades crónicas.

Al respecto, Bengoa destacó que esta nueva iniciativa conllevará "un cambio radical pero necesario" en la gestión de los servicios de salud de Euskadi. Así, este mes pondrán en marcha la experiencia piloto para el telecontrol de enfermedades con el que los ciudadanos podrán recibir asistencia sanitaria desde casa vía sms, teléfono, etc.

Con motivo de la celebración del Congreso Internacional de Crónicos, que se celebra en Bilbao, Bengoa junto el director de King's Fund de Reino Unido, Chris Ham y el director del centro de Gerontología y geriatría del Instituto de Tecnología de Nueva York, Dennis Kodner, ofrecieron una rueda de prensa.

En primer lugar y respecto a los cambios que desde el Departamento vasco de Salud van a llevar a cabo, el consejero manifestó que el modelo de la asistencia sanitaria "lleva centrado en la atención de enfermedades agudas" e indicó que "ahora ya no consigue atender bien al 70 por ciento porque es un modelo que necesita razonar en términos de la atención crónica".

Así, aseveró que "si organizamos el sistema de una forma diferente vamos a poder prevenir el 50 o 60 por ciento de estas complicaciones; con el modelo actual no podemos prevenir".

El plan se estructura en función de las necesidades sanitarias de la población, prioriza la promoción de la salud y la prevención de las enfermedades; y potencia la autonomía del paciente y su responsabilidad personal en la atención de la dolencia.

Asimismo, incorpora nuevas formas para la mejora de la calidad asistencial y supone un impulso a una asistencia multidisciplinar, coordinada e integrada entre los diferentes servicios, escenarios y sectores.

La relación de proyectos recogidos en él incluye un nuevo plan de receta electrónica, el desarrollo de una historia clínica unificada para Atención Primaria y Hospitalaria, un impulso al liderazgo local, el fomento de experiencias 'bottom up' para extender buenas prácticas al conjunto de la red sanitaria y la puesta en marcha de experiencias piloto para el telecontrol de enfermedades desde el domicilio.

La lista de iniciativas se completa con la apertura de un centro multicanal de cuidados, un plan para el alineamiento de las herramientas de gestión de la red, el impulso de un mayor protagonismo a la enfermería mediante la creación de nuevas funciones y el desarrollo de un sistema de estratificación de riesgo que permita tener mejor controlados a los pacientes que necesitan mayor atención.

De esta manera, Bengoa afirmó que la incidencia de las patologías que requieren tratamiento de por vida "ha ido creciendo de forma muy rápida a lo largo de las últimas décadas en todo el mundo y en el País Vasco, también".

De igual modo, detalló que el 80 por ciento de las intervenciones que se practican en los hospitales de Euskadi "está directamente relacionada con la cronicidad, que genera el 77 por ciento del gasto sanitario". "Es decir, cada vez que el Gobierno Vasco destina tres euros a reforzar el presupuesto de Sanidad, dos tienen que invertirles en la atención de los pacientes crónicos", añadió.

Además, el consejero incidió en que no es "un hecho aislado en el tiempo, sino que supone más que un problema, un desafío al alza". "Según revela un estudio reciente, la cifra de ciudadanos vascos de 45 a 64 años con algún tipo de dolencia crónica creció en 90.000 entre 1997 y 2007", indicó. ESTIMACIONES

"Las estimaciones apuntan a que en sólo una década, en el año 2020, dos de cada tres muertes estarán directamente relacionadas con este tipo de afecciones", reveló Bengoa.

En esta línea el consejero aseguró que el sistema sanitario vasco, "como la mayoría, está muy bien diseñado para la atención de problemas de salud puntuales, lo que los especialistas llaman agudos", pero según dijo "presenta notables carencias para afrontar este nuevo reto".

"Dicho de otra manera: es capaz de dar una solución rápida y muy buena a un paciente con un infarto de miocardio, pero tiene más dificultades para cuidar de la persona que sufre arteriosclerosis, que es la enfermedad que lo provoca. Esta no es una cuestión menor. Más del 75 por ciento de los mayores de 65 años vive con al menos una enfermedad crónica y en muchos casos, casi la mitad, son dos o más", concluyó.