Los hechos sucedieron, según se declara probado en la sentencia, a la que tuvo acceso Europa Press, en junio de 2007 cuando un día el acusado se encontró con la víctima en un parque de la capital malagueña, donde también estaban amigos de ambos. En un momento dado, el procesado se marchó.

Tras esto, volvió con una barra de hierro de unos 20 milímetros de grueso de las que se usan en las obras con la que "golpeó por la espalda a la víctima", que como consecuencia sufrió varias heridas y traumatismo. Según la resolución, el acusado es consumidor habitual de cannábicos y ha pagado ya 1.700 euros de indemnización.

Para la Sala, se trata de un delito de lesiones, descartando que el acusado tuviera intención de matar. Así, para la condena se basa en lo declarado por los testigos y en los informes forenses, que sólo señalan un único golpe. Además, el procesado reconoce los hechos, aunque lo que sabe es por otras personas, porque no recuerda nada.

Además, el Tribunal apunta que tampoco ha quedado probado que previamente a la agresión el acusado hubiese amenazado a la víctima con matarla, pues ninguno de los testigos lo manifestó, ni tampoco el perjudicado, que dijo que no había sido amenazado directamente, sino que llegó a sus oídos que quería matarlo.

Asimismo, considera que aunque sea consumidor de compuestos cannábicos, al tiempo de cometer el delito no se hallaba bajo los efectos del consumo de dichas sustancias, según el resultado y análisis realizados.