Tras un largo y lluvioso invierno, llega el buen tiempo. Y lo que a la mayoría de la población le puede parecer un alivio, para los alérgicos les supone una tortura. Desde algunos sectores se apunta que por la gran cantidad de lluvias de este año, estos meses pueden ser peores de lo normal para los alérgicos. La respuesta parece, para alivio de muchos, negativa.

"Este año está siendo perfectamente normal, al menos en Madrid", explica Patricia Servigón, coordinadora de la Red Palinocam. "Como ha estado lloviendo hasta hace poco los picos se están retrasando unas semanas respecto al año pasado, pero es un comportamiento normal asegura".

En esta época, y hasta junio, los alérgicos tienen que estar muy pendientes, como todos los años, del polen de las gramínias y del olivo. Es imposible predecir el comportamiento que tendrá el polen este año, porque depende de la floración de las plantas y de las condiciones meteorológicas. Si llueve, no hay polen en el aire; si hace calor y viento, puede haber importantes concentraciones. Aunque el calor, que se suele relacionar con el aumento del polen, también puede influir para que la floración sea más corta y que haya menos polen. Y no olvidemos el viento, ya que el polen, sobre todo el de los olivos, puede viajar mucho -hasta el punto de que el polen de los olivos andaluces puede afectar a áreas de la península mucho más al norte-.

Así que eso sí, con el buen tiempo los alérgicos empiezan a notar más evidnetemente sus síntomas y es la época donde personas que no tenían o que no habían sentido sus síntomas descubran que tienen alergia. Algo normal en la época de mayor concentración de polen donde los síntomas se hacen más evidentes.

Alrededor del 20% de la población española sufre esta patología y sus síntomas suelen ser estornudos, conjuntivitis, rinitis (inflamación de la mucosa de la nariz), congestión nasal, tos e incluso asma. Un 82% de los alérgicos vive en medios urbanos, frente al 18% que lo hace en zonas rurales y se ve afectado principalmente por el polen que proviene de los olivos.

Algunos consejos

Los alérgicos no pueden evitarlo: el polen no sólo está en las calles si no que también entra en las casas, en los interiores, etc.: "No se puede evitar, sobre todo en ciudades del interior o con mucha vegetación", explica Ignacio García, alergólogo del Hospital Carlos Haya de Málaga.

Aún así, se pueden seguir unas pocas recomendaciones:  no salir a primera hora de la mañana de 5 a 10, cuando la concentración de polen es mayor, ni a última hora de la tarde, no salir al parque, viajar con ventanillas cerradas, evitar cortar el césped, mantener las ventas de casa cerradas por la noche, no secar la ropa en el exterior en los días de mayor concentración, etc.

Las personas con más propensión a padecer alergia primaveral también deben utilizar gafas de sol e incluso mascarillas para proteger sus ojos y mucosas nasales del polen. "Las mascarillas son útiles, pero hay que recordar que filtran las partículas del polen, no las eliminan completamente; además, no sólo se debe llevar en la calle, si no también dentro de casa porque el polen llega", explica el alergólogo del Carlos Haya.

Medicarse y vacunarse

"Lo mejor es acudir al médico y que se recete medicación (antiestamínicos, colirios, etc.)," explica Ignacio García."Con los fármacos se mejora la calidad de vida de los alérgicos, sin duda", asegura.

¿Se ha notada durante estos últimos días de sol y buen tiempo la venta de estos medicamentos? Es pronto para tener datos certeros, pero al llamar a seis farmacias de dos provincias españolas (Madrid y Sevilla) la respuesta general es que sí se ha notado el aumento de ventas, pero no más que otros años; sólo una asegura que está vendiendo mucho más que en ejercicios anteriores y otra aseguró que no había notado ningún tipo de aumento en estos medicamentos.

No es tan habitual -sólo el 10% de los alérgicos se vacuna-,  pero hay que recordar que existe vacuna contra la alergia y que es una solución con buenos resultados en general, aunque siempre hay que consultarlo con el médico: para los expertos es el único tratamiento que puede modificar la evolución de la enfermdad. Según García, los pacientes a los que tras vacunarse se les puede retirar la medicación rondan entre el 10-15%, los que mejoran y pueden reducir el tratamiento el 85% y sólo a un 5% empeora.

Además de medicarse, la mejor recomendación que se les puede dar a los alérgicos es que hagan una vida lo más normal posible y que eviten exponerse al campo; que lo asuman como una enfermedad que, probablemente, van a tener toda la vida y que piensen que son unos meses al año y que ya ha pasado la mitad", explica Ignacio García.