La hoja promocional es muy elocuente. Son sujetos peligrosos, pero no es de extrañar: se proponen convertir de nuevo la música popular en castellano en algo excitante, transgresor, atrevido y masivo. Nada muy distinto de lo que ya han conseguido los pesos pesados del art rock y el revival post punk: Franz Ferdinand, Radio 4, The Robocop Kraus y un largo etcétera vivificante y divertido, pero al borde de la asfixia.

Liderada por los argentinos hermanos Segovia, Ovni se hizo con el favor de la crítica en 2000. El corto Rompiendo todo, que los emparentó con The Strokes y White Stripes, fue la antesala del largo que ahora explotan en salas de media España. Producido por el recientemente fallecido Carles Cagigal, 1984 explota la frescura de su primera entrega con logros bailables como A nueve años luz o Pierdo el control.

* La Iguana Club.  Churruca, 14. A las 00.30 horas. Entrada: 5 euros.

Esa cosa llamada...

La música serpentea y se muerde la cola. Lo que hoy es punk no lo era ayer, y viceversa. En Ovni, esta palabra se queda en la actitud. ¿Se podía bailar con Sex Pistols como hoy se hace, pongamos por caso, con The Robocop Kraus? No, pero con 1984 sí. Es el rock de antaño, pero no lo es. Más bien se trata de esa cosa llamada...