El control se centrará en los proyectos «que excedan el volumen razonable», y se actuará mediante los planes de ordenación municipales. Touriño implicó a los ayuntamientos en esta tarea, y propuso «un gran pacto por el territorio». Otra medida será la creación de una Agencia de Protección de la Legalidad Urbanística. El portavoz del BNG y autor del término «marbellización», Carlos Aymerich, afirmó que todavía se está a tiempo de evitar modelos fracasados en otros lugares. Denunció, asimismo, «prácticas delictivas» en los ayuntamientos como «sobornos y prevaricaciones».