En el curso de las labores que la Brigada de Protección Medioambiental viene realizando en los últimos meses para prevenir y controlar las repoblaciones ilegales de especies de caza se descubrió una cantidad de perdices por encima de lo que es habitual en un coto situado en la Ribera, informó el Ejecutivo foral en un comunicado.

Ante las sospechas de que pudiera tratarse de una repoblación no autorizada se organizaron servicios a pie, en el mes de febrero, con el objeto de localizar las trampas que en estos casos suelen colocarse para eliminar a los depredadores (zorros, picarazas) que pudieran atacar a los ejemplares soltados en la repoblación.

Durante las patrullas se descubrieron varias trampas, así como zonas cercadas y jaulas que, presumiblemente, estaban preparadas para acoger a las perdices y garantizar su supervivencia, provistas de comederos y bebederos.

Finalmente, y en colaboración con el Guarderío de Medio Ambiente, se llevó a cabo una inspección y se consiguió determinar que, efectivamente, se había realizado una repoblación de perdices, por lo que el responsable del coto fue denunciado.

El informe realizado por los agentes de la Brigada de Protección Medio ambiental, cuyo expediente se remite al Departamento del Medio Ambiente del Gobierno de Navarra, considera que se trata de una infracción grave de la Ley foral 17/2005 de Caza y Pesca de Navarra, tipificación que figura en su artículo 8, apartado 3, para actuaciones como "importar, exportar, transportar o soltar caza viva, así como huevos de aves cinegéticas, sin la pertinente autorización, o sin cumplir las normas que se dicten en cada caso".

Las infracciones graves pueden acarrear multa de 501 a 2.000 euros y pérdida de licencia e inhabilitación por un período comprendido entre un año y tres años sin cazar.