Cuatro de cada diez parejas jóvenes castellanohablantes utilizan el catalán, tanto o más que el castellano, para comunicarse con sus hijos, según un estudio difundido este martes y promovido por la Secretaría de Joventut del Departamento d'Acció Social i Ciutadania de la Generalitat de Catalunya.

Este dato comporta, según el secretario de Política Lingüística de la Generalitat, Bernat Joan, un cambio generacional importante, ya que los padres de los encuestados sólo usan el catalán en un caso de cada diez. El estudio combina datos cuantitativos de la encuesta de usos lingüísticos de la población de 2003; la encuesta a la juventud de Catalunya de 2002 y 2007 y un análisis cualitativo realizado a través de entrevistas y debates de grupo realizados con 102 personas de entre 16 y 35 años.

Joan ha considerado que la práctica de las parejas jóvenes castellanohablantes de usar el catalán con sus hijos supone una compensación del desequilibrio entre catalanohablantes y castellanohablantes de origen, en buena parte también porque son muy pocos los catalanohablantes que usan el castellano con sus hijos. Esa situación detectada en las encuestas de los últimos años lleva a los responsables de la política lingüística de la Generalitat a constatar un aumento de las personas bilingües de origen.

Joan ha remarcado que una de las cuestiones más interesantes del estudio es "la hibridación lingüística de los jóvenes, que cada vez más se consideran bilingües", lo que, en su opinión, "juega a favor del catalán. En cuanto a competencia lingüística de los jóvenes, del conjunto de población joven de 15 a 34 años, más del 83% sabe hablar catalán, dato que esconde que sólo el 43,6% de los nacidos en el extranjero lo saben hablar, mientras que el nivel de competencia con el castellano es en cualquier caso superior al 99%.

El secretario de Joventut, Eugeni Villalbí, ha considerado que el estudio "desmonta algunos tópicos como el de que la juventud es un problema para el catalán" ya que "es una lengua más usada por los jóvenes del que correspondería por el peso demográfico de las personas catalanohablantes". En ese sentido, ha resaltado que actualmente una cuarta parte de la población juvenil catalana es de origen inmigrante al haberse pasado del 5% del total en 2000 al 29% en 2009.

Si bien en los ámbitos más informales como las amistades, sobre todo en la adolescencia, la penetración lingüística es favorable al castellano, en los espacios más formales como el instituto, la universidad o el trabajo, el catalán gana presencia. A la vista de los datos del estudio, Villalbí han marcado un escenario de usos y percepciones lingüísticas de la juventud catalana "optimista pero no entusiasta".

Joan ha agregado que "no tenemos que huir de las dificultades que hay, sería un milagro que no las hubiera en un país que en diez años ha recibido un millón de nuevos inmigrantes" y ha concluido que los indicadores "nos dicen que vamos en el camino adecuado".