El fiscal jefe de la Audiencia provincial de Castellón, Javier Carceller, explicó hoy en una rueda de prensa que la justicia necesita de la voluntad de la presunta víctima para actuar, por lo que intentarán saber si el joven al que se refiere el escrito "quiere efectivamente denunciar" ya que este tipo de delitos, los que afectan a la libertad sexual, requieren de la denuncia de la víctima.

En este caso, precisó que, de momento, lo que consta en Fiscalía es "una comunicación del denunciante dirigida a la orden" de los Carmelitas Descalzos pero "no tenemos una denuncia" de él. En este sentido, matizó que, desde la óptica procesal penal es necesario, en el caso de los delitos contra la libertad sexual, que haya una comunicación de la supuesta víctima.

"Como eso no existe, vamos a comprobar si efectivamente esa voluntad suya es de denunciar y que se persigan penalmente estos hechos. Si no existe esa voluntad de denunciar, entiendo que ahí habrá terminado cualquier investigación", manifestó, y agregó que la presunta víctima "está actualmente en Perú, es mayor de edad y no existe ningún conocimiento de que tiene restringida su integridad".

En esta línea, Carceller concretó que, al ser ahora "mayor de edad" y no tratarse "de una persona desvalida, el fiscal no puede denunciar en su nombre sino que debe ser su voluntad exclusiva". "Si decide no denunciar, la Fiscalía carece de legitimación para iniciar una investigación penal", señaló, y precisó que "no tiene nada que ver con actuación disciplinaria o interna por parte de la orden", algo en lo que desde Fiscalía "no podemos entrar".

El pasado 3 de mayo el Padre Provincial de la Orden de los Carmelitas Descalzos, provincia de Aragón-Valencia, presentó un escrito en la Fiscalía de Valencia en el que se comunicaban una serie de hechos que pudieran ser constitutivos de infracción penal, relativos a un presunto abuso a un menor por parte de un fraile de la congregación.

En él, daban traslado de una denuncia de unos padres en relación con unos supuestos abusos sexuales que sufrió su hijo, cuando era menor de edad, por parte de un fraile de la congregación en la provincia de Castellón, que ya no se encuentra en la Diócesis.

La Provincia de Carmelitas Descalzos de Aragón y Valencia informó en ese momento en un comunicado que había dado traslado a la Fiscalía de Valencia de los hechos —órgano que posteriormente se inhibió a favor de la de Castellón, al ser esta la provincia donde sucedieron los hechos comunicados— "siguiendo fielmente las recomendaciones de la Iglesia Católica a través del motu propio 'Sacramentorum Sanctitatis tutela' y de la 'Guía para comprender los procedimientos fundamentales de la Congregación para la Doctrina de la Fe cuando se trata de acusaciones de abusos sexuales'".

Los carmelitas recalcaron que "esta puesta en conocimiento no supone prejuzgar conducta alguna y se hace con pleno respeto a la presunción de inocencia de las personas y, al mismo tiempo, con pleno respeto a quien se considera víctima de un ilícito penal" y abogaban por que las partes "puedan resolver sus conflictos con tranquilidad y respeto a su intimidad, así como con plena confianza en la Justicia".