El alcalde de Vigo, Abel Caballero, dio hoy por hecha la "hegemonía de Caixanova" en una hipotética fusión de las cajas gallegas, y advirtió de que la ubicación en la ciudad olívica es "irrenunciable".

En declaraciones a los medios, el regidor afirmó que, tras la reunión de ayer entre representantes de las cajas, de la Xunta y del Banco de España, "quedó claro que la Ley de Cajas tiene que ser suspendida en cualquiera de los escenarios" ya que "no puede aplicarse en un período de transición que puede durar cinco años".

Caballero recordó que dicha ley —reformada con el respaldo de PP y BNG— es una norma "antiVigo y antiCaixanova" y que, con el actual escenario de negociaciones, "queda claro quien mentía y quien decía la verdad". "Ahora se pone de manifiesto la gran mentira de Feijóo", apostilló.

El alcalde de Vigo insistió en que "queda claro que la dirección del proceso la tiene que llevar Caixanova", dados sus niveles de solvencia, y recordó que la necesidad de vender más de 250 oficinas de Caixa Galicia evidencia que "hacen falta más recursos de los que pretendía Feijóo", en referencia a los casi 1.200 millones del FROB que la auditoría de KPMG estimaba necesarios —el acuerdo entre las cajas sitúa ahora esta cantidad en 1.162 millones—. GOBERNANZA

En cuanto a la gobernanza de la entidad resultante —que, en todo caso sería fruto de una "absorción"—, Caballero afirmó que "ya no hay duda de que José Luis Pego sería director general".

Asimismo, apostó por la presidencia para Julio Fernández Gayoso y por un consejo de administración en el que Caixanova mantenga el poder de decisión —con la capacidad de que el presidente tenga voto de calidad, aunque el consejo esté formado por representantes de las dos entidades al 50 por ciento—.

"Estamos en un buen escenario", aseveró el alcalde, quien reiteró que Caixanova "va a liderar este proceso". Asimismo, criticó el "desconocimiento" de Mariano Rajoy sobre el proceso de fusión de las cajas gallegas, y denunció que "entre a la presión política".