Trabajadores del Grupo SOS Corporación Alimentaria SA y UGT han anunciado hoy que se concentrarán mañana ante las puertas de su fábrica en Las Palmas de Gran Canaria, en contra de un plan de extinción de la empresa que podría afectar a 150 empleados, de los que 25 trabajan en Canarias, y, por consiguiente, conllevará "el cierre total" de este centro.

En este sentido, han reclamado en rueda de prensa la intervención del Gobierno central, regional, el Ayuntamiento de la capital grancanaria y el Cabildo a fin de resolver este conflicto que afecta a una empresa "emblemática y arraigada" en las islas como es Aceica Refinería SL —envasadora de una treintena de referencias diferentes de aceites y vinagres y productos líderes en el mercado canario, como los aceites Happyday y Racsa—, que se enfrenta a su desaparición.

El secretario general de la Federación Agroalimentaria de UGT, Aurelio Socorro, alertó del cierre de una de las empresas pertenecientes al "escaso" tejido industrial en las islas, implicando el despido del cien por cien de la plantilla compuesta por 25 personas, dentro del plan de despido de 150 a nivel nacional.

Explicó que el Grupo SOS alega que tiene "a nivel nacional una mala situación económica con una deuda de 1.600 millones de euros". En cambio, a su juicio, "esta empresa no está en crisis, sino que se trata de una estrategia de empresa, un juego industrial de los empresarios".

Tras más de 50 años en las islas Aceica Refinería SL —que nació con capital sólo canario— fue adquirida por el Grupo SOS en 2003 y, desde entonces, "las ventas han caído por la mala gestión", explicó el representante de los trabajadores, Juan Ramón González.

"no estamos en bancarrota"

"No estamos en situación de bancarrota ni mucho menos, se ha vendido menos, pero seguimos dando beneficios dentro del Grupo", agregó González, que apostó por "la unidad del Grupo para luchar dentro del mercado".

Así, insistió en defender los puestos de trabajo de 25 personas — algunas con más de 40 años trabajando para la compañía— y exigió un plan de viabilidad para la empresa, localizada en Las Palmas de Gran Canaria, aunque distribuye para el resto de las islas.

Igualmente, anunció que mañana se desarrollará una concentración, de 11.00 a 13.00 horas, ante las puertas de la fábrica, ubicada en la calle Roque Nublo, en La Isleta. Si bien, el próximo 13 de mayo hay una nueva reunión de trabajadores con la compañía en Madrid y se adelantarán nuevas medidas de presión en función de las decisiones que adopte la empresa.

Las marcas se seguirán fabricando en la península

Y es que "no podemos permitir que vengan a Canarias primero a quedarse con un centro y no miran por el mantenimiento de los puestos de trabajo, sino que el objetivo es quedarse con las marcas, que se seguirán fabricando en los centros de producción de Córdoba o Jaén", manifestó Aurelio Socorro.

El dirigente sindical culpó a los políticos de "esta situación y de la destrucción constante de puestos de trabajo". "Esto no se puede permitir. El Gobierno permitió en su día la venta de esta empresa", añadió Socorro, que exigió la intervención del Gobierno regional y le conminó a informar sobre "qué subvenciones reciben las industrias en Canarias".

"Mientras los canarios estemos callados acabarán con el poco tejido industrial que nos queda. Hay que decir al Gobierno canario que ya está bien y hay que desnudar a quien haya que denunciar. No hay derecho a que estas empresas reciban millones de subvenciones y luego cierren las empresas afincadas en las islas", advirtió.

Por último, hizo especial hincapié en que "las empresas netamente canarias no han destruido puestos de trabajo, sino que los han creado, todo el problema está en las multinacionales y en empresas que tienen sede en la Península".

En los mismos términos se expresó el secretario de Acción Sindical de la Federación Agroalimentaria de UGT, Ángel Marrero, para quien "todas las instituciones deben implicarse, sobre todo, ante la elevada tasa de desempleo en las islas".