El primer día de la huelga de tres jornadas convocadas por el Sindicato Español de Maquinistas y Ayudantes Ferroviarios (Semaf) de la estación de Barcelona-Sants ha provocado la supresión de un total de 450 trenes, lo que afectará al largo del día a unas 175.000 personas, según ha informado en rueda de prensa el director de Cercanías de Catalunya, Miguel Ángel Remacha.

Remacha ha constatado que sólo tres trabajadores de los que estaban exentos de cubrir los servicios mínimos se han adherido a la huelga (que se repetirá el próximo miércoles y el viernes), y el resto que ha acudido al trabajo realizarán este  actividades de reciclaje y formación. La mayoría de los afectados son usuarios del servicio de Cercanías, del que hoy se cancelaron 419 trenes, lo que supone que hasta las 11.00 horas unas 62.000 personas tuvieron que modificar el horario de sus trayectos y adaptarlo a los servicios mínimos, del 66% en horas punta y del 33% el resto del día.

En Media Distancia se cancelaron 20 trenes, por lo que se vieron afectados esta mañana unos 1.500 pasajeros. En Larga Distancia, se cancelaron nueve trenes, cinco en el trayecto Barcelona-Madrid y tres en sentido inverso, que incidió en 900 pasajeros hasta las 11 horas. Los afectados podrán viajar en trenes que tienen su salida programada entre 10 y 60 minutos después.

Los pasajeros afectados tendrán la opción de cambiar el billete para otro día o de que Renfe les reembolse el importe total pagado. Remacha ha insistido en que el motivo principal de la huelga es la "exigencia" del sindicato de que Renfe les conceda a los trabajadores 50 plazas en el aparcamiento subterráneo de la estación de Sants, lo que ha asegurado que es imposible porque se privaría a los clientes de utilizarlo.

Según Remacha, Renfe facilita a este colectivo 29 plazas de aparcamiento en el parking situado en la parte superior de la estación y se ha comprometido a llegar hasta las 50 plazas solicitadas. Sin embargo, Semaf ha remarcado en un comunicado que la huelga está motivada porque Renfe incumple la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, "debido a un estado muy deficitario de las instalaciones".

En este sentido, Remacha ha constatado que el problema que alega el comité de huelga es la falta de pasarelas para subir y bajar de los trenes en determinadas estaciones, lo que aseguró que se resolverá en un plazo de tres a seis meses, ya que la empresa tiene aprobada una inversión de 360.000 euros para estas instalaciones. "Estamos totalmente abiertos a seguir hablando, porque nos gustaría que el miércoles y el viernes no hubiera huelga", ha afirmado Remacha, aunque no hay ninguna reunión prevista para los próximos días.