El Consejo Escolar de Euskadi considera, en su informe sobre el Plan de Convivencia Democrática y Desletitimación de la Violencia del Gobierno de López, que el testimonio de las víctimas es un "recurso pedagógico valioso" y contribuye al proceso de educación para la convivencia. Además, reclama que los centros educativos, en el ejercicio de su autonomía, deben concretar la metodología para su aplicación.

En rueda de prensa, el presidente del Consejo, Konrado Mugertza, dio a conocer el dictamen aprobado ayer por unanimidad por la comisión permanente del máximo órgano de participación de la comunidad educativa.

En su intervención, Mugertza denunció que "no ha sido fácil trabajar con todos los focos encima" y reiteró que no se han sentido "cómodos" aunque han hecho un "gran esfuerzo" para llegar a un acuerdo por "unanimidad".

Respecto al informe, destacó que en el debate sobre el nuevo plan se ha constatado un "desacuerdo importante" entre las distintas opciones políticas, que "contrasta" con el "gran" acuerdo parlamentario registrado en la Ley de Reconocimiento y Reparación de las Víctimas del Terrorismo, en 2008.

De esta manera, el Consejo considera que, al ser en su conjunto un plan de naturaleza política importante para la comunidad educativa, resulta "necesario" un "gran" nivel de acuerdo entre los responsables políticos cuando se trata de aplicarlo al mundo educativo.

En este sentido, el documento afirma que hubiera sido "clarificador" la participación en la elaboración del borrador del plan de organizaciones que componen la comunidad educativa, puesto que hasta el momento dicha participación y el nivel de adhesión son "insuficientes", por lo que solicitó buscar la participación, "especialmente en la concreción de medidas del plan, lo que, sin lugar a dudas, incrementará el logro de sus objetivos".VICTIMAS

Por otra parte y tras expresar su solidaridad con todas las víctimas de la violencia, "pues comparten el mismo sufrimiento y la misma injusticia", el Consejo asegura que su testimonio es un "recurso pedagógico valioso" y contribuye al proceso de educación para la convivencia, "siempre y cuando su idoneidad venga guiada por criterios pedagógicos y de pluralidad".

De esta manera, desde el punto de vista del Consejo, es "legítimo y justo" plantear que las víctimas de la violencia terrorista constituyan un referente de atención de la sociedad y que, en esta medida, configuren el centro de las actuaciones de un plan institucional que abarca diferentes departamentos del Gobierno.

El informe añade que deben ser los centros educativos, "en el ejercicio de su autonomía, quienes deben concretar las actividades, las metodologías, la temporalización y los recursos más adecuados". Además, insta a buscar la participación de la comunidad educativa en el proyecto, principalmente, en la concreción de medidas del plan, ya que creen que ha sido "insuficiente".

"En consecuencia, el Consejo considera necesario que el Plan de Convivencia Democrática y Desletitimación de la Violencia tengan en cuenta este bagaje de experiencia de los centros a la hora de incluir las medidas propuestas", explicó.

El Consejo Escolar reclama que el Plan se desarrolle "desde una mirada plural" y plantea sus responsables que consideren "su mejora" en busca de una "mayor adhesión del ámbito educativo, de entidades y organizaciones que trabajan los derechos humanos y la paz y de los partidos políticos, con vistas a su eficaz puesta en práctica".DESLEGITIMACION

Mugertza señaló que, como indica el subtítulo, el nuevo plan de Convivencia democrática y deslegitimación de la violencia viene a reformular el Plan vasco de educación para la paz y los derechos humanos y, dado que su estructura es "diferente", no queda "claro" cual es la parte del plan anterior al que sustituye.

En consecuencia, el Consejo considera necesario disponer de una versión íntegra del nuevo plan para poder analizar en mayor grado el alcance de la reformulación efectuada.

Respecto al título del nuevo plan, el Consejo cuestiona la oportunidad de introducir conceptos con valor semántico negativo, como deslegitimación o violencia, que "si bien pueden facilitar la comunicación social sobre el objetivo del mismo, dificultan su translación al mundo educativo", ya que las competencias, objetivos o valores que el alumno ha de desarrollar se formulan en términos "positivos".

Así, indicó que la propia significación del término "deslegitimación de la violencia" puede inducir a pensar en la existencia de una legitimación anterior, lo que en opinión del Consejo, "no se puede atribuir al sistema educativo que, como se puede constatar, promueve conductas de signo moral positivo, como se corresponde con los fines de educación".

En lo que respecta a la introducción y la exposición de motivos del plan, para el Consejo contienen una "gran" carga política y considera "necesario" que los partidos políticos y el Gobierno trabajen por el consenso para lograr un texto con vocación más integradora.

Además, el Consejo Escolar de Euskadi considera "importante" que la sociedad vasca conozca el trabajo que los centros educativos están realizando en materia de educación para la convivencia, y apela a la responsabilidad de los partidos políticos y medios de comunicación en el tratamiento de temas "tan sensibles" para la sociedad y la escuela.

Por último, el máximo responsable del Consejo reiteró al Departamento de Educación, Universidades e Investigación su compromiso de trabajo y su voluntad de colaborar en la mejora de la educación y en la búsqueda de acuerdos y solicitó ser tenido en cuenta en la concreción de las acciones de este plan.