Los programas de posgrado tienen un impacto en la mejora sobre los niveles de empleabilidad de las personas, según dice un informe elaborado por el Strategic Research Center de EAE Business School, titulado “La empleabilidad de la población cualificada”.

Este estudio detecta los índices de empleabilidad (es decir, las posibilidades que tenemos de encontrar un trabajo y amoldarnos a un mercado laboral que está en continuo cambio), y los tres aspectos que afectan a la empleabilidad:

•Sobrecualificación en los mercados laborales. Desempeño por parte de los trabajadores más cualificados de ocupaciones por debajo de su nivel de estudios.

•Persistencia del paro de larga duración. Los parados de larga duración son aquellos que llevan más de seis meses buscando un trabajo sin conseguirlo.

• Nivel de subempleo de los ocupados. El subempleo hace referencia a si el empleado trabaja menos horas de las que podría hacer (tiene un trabajo a tiempo parcial cuando podría trabajar a jornada completa, por ejemplo); y a si tiene un sueldo “justo” por su puesto.

Se considera población cualificada a aquella  que cuenta con estudios superiores, universitarios de primer y segundo ciclo y posgrados (en España, una de cada cinco personas dentro de la población activa cuenta con estudios superiores).

El informe señala que en todo el mundo se ha detectado una amplia aceptación de los estudios universitarios como fuente de progreso, y se entrevé que la formación de posgrado despuntará cuando se den las condiciones para que la población perciba sus beneficios y rendimiento, ya que la población activa con estudios de posgrado está creciendo.

En España, quien tiene un posgrado tiene una probabilidad de quedarse en el paro del 1%. Además, y a pesar del contexto económico, entre la población con mayor nivel de formación se han creado casi 14.000 nuevos puestos de trabajo en el último año.

Por lo que respecta a la sobrecualificación de trabajadores, el colectivo que cuenta con estudios de posgrado sólo es el 6,7% de sus ocupados. Datos muy por debajo del 21,2% de universitarios que se encuentran en esta situación. Y en referencia al porcentaje de ocupados subempleados, también se aprecia una mayor propensión entre los menos formados a estar subempleados que en el caso de los que cuentan con un posgrado.

De todos estos datos, el informe concluye que quien tiene un posgrado tiene un mejor índice de empleabilidad: reduce las posibilidades de estar en el paro, de estar sobrecualificado o de encontrarse en situación de subempleo.