El crecimiento económico del país más poblado del mundo pone los dientes largos a los empresarios españoles, que observan cómo el gigante asiático puede convertirse en un enorme mercado donde vender nuestros productos.Los sectores que forman el denominado motor económico de la Costa del Sol, el turismo y la construcción, no son las oportunidades de negocio que han observado los empresarios asiáticos.
El aceite de oliva y el vino de Málaga han copado el interés y las visitas de los representantes de Interchina Commercial Building, un grupo empresarial que controla el 40% del mercado de alimentación chino.
Tras dos días conociendo compañías de la Axarquía y de Antequera, ayer tocaba reunión en la Cámara de Comercio de Málaga. A un lado de la mesa, la delegación asiática. Al otro, instituciones y empresarios malagueños. En medio, un batiburrillo de idiomas, ya que la comunicación sólo era posible traduciendo el español al francés y éste al chino.
«A los chinos les encanta que un producto lleve en la etiqueta: ‘bueno para la salud’», apuntó una representante de la Cámara. De eso tenemos aquí.
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