La directora del Plan Canario Audiovisual, Patricia González, acompañada de los citados realizadores, informó en rueda de prensa sobre los próximos estrenos de sus respectivos cortos que tendrán lugar hoy en los cines Renoir de Tenerife y mañana en los Monopol de Las Palmas de Gran Canaria.

La Viceconsejería de Cultura del Gobierno de Canarias, a través de la empresa pública Canarias Cultura en Red, ha producido estos cortometrajes que llevan por título: 'A la deriva', de Josep Vilageliu; 'Me llamo María', de Elio Quiroga; 'Mareta', de Enio Mejía; y 'Quitaesmalte', de Yolanda Ferrera.

Según explicó el director de 'Me llamo María', Elio Quiroga, este corto es de animación y tiene cuatro minutos de duración. Quiroga matizó que "se rodó antes de la crisis" y cuenta la historia de la extinción de la especie humana, un argumento que espera "no se convierta en una profecía". En esta coyuntura, el director estimó que "los cortos son un laboratorio para experimentar, son el banco de pruebas del cine canario".

Por su parte, la productora de 'Mareta', Guacimara Correa, informó de que la cinta se rodó en Montaña Arena, en Gran Canaria, un paisaje del que el director, Enio Mejía, "se enamoró". Se trata de un trabajo "precioso" en el se habla de las desapariciones de mujeres en el mar, "es un thriller", apostilló Correa.

Josep Vilageliu, guionista y director de 'A la deriva' habló de su largo cortometraje, ya que dura 28 minutos, en el que se aborda temas como la violencia de género, la inmigración ilegal o la crisis financiera. Ha sido rodado en múltiples escenarios de Tenerife sin diálogo, ya que tal como reconoció su autor, "quedé saturado de mi anterior trabajo en el que los actores no paraban de hablar". Vilageliu aprovechó para decir que la industria cinematográfica en Canarias atraviesa un momento "dulce.

Por último, Yolanda Ferrera, debuta con 'Quitaesmalte', un film en el que aborda los pormenores del cuidado de personas con necesidades especiales, las diferencias entre las mujeres y la falta de recursos de las personas de la tercera edad. El cortometraje dura 16 minutos y está protagonizado por Violeta Ferrera y María del Rosario Oliveros. Ferrera definió su obra como una historia "íntima" y reconoció que fue difícil encontrar a la actriz que interpretó el papel de una enferma de Alzheimer ya que tenía que protagonizar una escena de desnudo.