Jorge Fernández asegura que "la vida, el pan, la paz y la libertad fueron desafíos constantes de Juan Pablo II"

El vicepresidente tercero del Congreso de los Diputados, Jorge Fernández, parafraseó, durante su intervención esta mañana en el simposio en homenaje a Juan Pablo II, uno de los mensajes principales del Papa en la Jornada Mundial de la Paz de 1999, al tiempo que aseguró que "la vida, el pan, la paz y la libertad fueron sus desafíos constantes".
Monseñor Carles; El Vicerrector De Ordenación Académica, Joaquín Guerrero, Y Jor
Monseñor Carles; El Vicerrector De Ordenación Académica, Joaquín Guerrero, Y Jor
UCAM
Monseñor Carles; El Vicerrector De Ordenación Académica, Joaquín Guerrero, Y Jor

Además de profundizar en la gran aportación de Juan Pablo II a la paz mundial y los derechos humanos, diversos prelados analizó aspectos relacionados con los derechos humanos, y la caridad durante su pontificado.

El vicepresidente tercero del Congreso de los Diputados pronunció una ponencia bajo el título 'Juan Pablo II, el papa de la paz y los derechos humanos', donde resaltó, entre otras múltiples cuestiones, las enseñanzas de Juan Pablo II en ideas como el terrorismo o la "cultura de la muerte", denunciada de forma reiterada por el pontífice.

También incidió en las acciones exteriores que el papa Wojtyla llevó a cabo en torno al "bloque Norte-bloque Sur", denunciando el gran contraste entre los países desarrollados y subdesarrollados, así como la política propia que Juan Pablo II contrapuso ante una Europa dividida por el Muro de Berlín y el conjunto del Telón de Acero: la dignidad del hombre exigía su libertad.

El arzobispo de Burgos, monseñor Francisco Gil Hellín, efectuó un análisis de la caridad pastoral en el pontificado de Juan Pablo II. Según monseñor Gil, "supo ser buen papa porque antes fue un buen sacerdote y un buen obispo; conoció bien la realidad diocesana".

El arzobispo de Burgos señaló que "el papa Wojtyla era el buen pastor que la Iglesia necesitaba, y su caridad pastoral, entendida como la entrega total de sí mismo a los demás, fue permanentemente demostrada: catorce encíclicas; 1060 audiencias públicas; once constituciones apostólicas".

Monseñor Gil Hellín destacó, entre algunos ejemplos paradigmáticos del pontificado de Juan Pablo II, su actitud impulsora con las nuevas realidades eclesiales; su actitud con las familias jóvenes, así como las Jornadas Mundiales de la Juventud, que se iniciaron bajo su pontificado en 1994.

El arzobispo metropolitano de Zaragoza, monseñor Manuel Ureña, pronunció la ponencia 'Fe y razón en el pensamiento de Juan Pablo II'. Según monseñor Ureña, "tanto Juan Pablo II y Benedicto XVI compartían una misma línea de pensamiento consistente en que el hombre es un ser trascendente por naturaleza".

Además, reseño que "el espíritu humano está permanentemente abierto a Dios, y la razón, en su uso metafísico, es el arma mediante el cual el hombre se encuentra a sí mismo como vocal de la verdad trascendente. Mediante ella, el hombre puede conocer a Dios".

Durante su intervención, el arzobispo emérito de Barcelona, monseñor Ricardo María Carles, profundizó en la doctrina trinitaria de Juan Pablo II.

Según monseñor Carles, "la Trinidad es la verdad más sorprendente de la Revelación. Aparece como un desafío supremo a la razón humana. Una vez que se admite que Dios es único, nos preguntamos cómo concebir que pueda existir en tres personas".

Asimismo, explicó que "sólo Dios es Dios, pero no es un dios solitario, como le creen judíos, musulmanes y alguna otra religión. Si Él viene sin cesar hacia nosotros, es en primer lugar porque desde toda la eternidad él es amor, relación, comunión con el Hijo y el Espíritu Santo".

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