El ministerio de Asuntos Exteriores  confirmó el sábado el secuestro, el pasado 1 de abril, del médico español Mario Sarsa Manresa, de 55 años, que se encontraba de vacaciones en la República Democrática del Congo.

El español ha sido visto por los habitantes de la localidad de Makanza, un área controlada por los grupos rebeldes de la etnia enyele, según informó este domingo la ministra de la provincia Ecuatorial de la República Democrática del Congo (RDC), Rebecca Ebale.

"Las noticias que nos llegan indican que el médico español ha sido avistado en Makanza, en manos de Undjani, hijo de Ibrahim Momboza, el líder del grupo terrorista Enyele", declaró la ministra, quien agregó que esta información procede de habitantes de la zona, aunque el Ejército no ha podido localizar a Sarsa.

La localidad de Makanza se encuentra a orillas del río Congo, unos 200 kilómetros al noreste de Mbandaka, la mayor ciudad de la provincia Ecuatorial del país, en cuya zona fue secuestrado el médico hace una semana.

Su hermana, Yolanda Sarsa, ha asegurado que la familia se mantiene en "contacto continuo" con el embajador español. "Ayer hablé con el cónsul, con el embajador y con responsables del Ministerio de Exteriores. Nos llaman cada pocas horas", ha contado.

En este sentido, Sarsa indicó que las autoridades "saben que mi hermano está bien" y han aconsejado a la familia "esperar" y "mantener la calma", porque "estos acontecimientos no se suceden rápidamente".

"Hay que intentar mantener la calma porque no se sabe cuánto tiempo transcurrirá" hasta que Mario Sarsa sea liberado, indicó su hermana, y aunque "estamos intentando mantener la calma", en la familia "estamos preocupados e inquietos" por la situación del médico en el Congo, afirmó.

El ministro español de Asuntos Exteriores y Cooperación, Miguel Ángel Moratinos, afirmó el sábado en París que el Gobierno desplegará "todo el trabajo necesario" para liberar al médico español.

Según el Gobierno congoleño, el español fue secuestrado por los rebeldes de la etnia enyele durante un ataque a la localidad de Mbandaka el pasado 1 de abril, en el noroeste de la República Democrática del Congo.

El asalto se produjo en el río Congo, a 50 kilómetros de Mbandaka. El doctor pasaba sus vacaciones en la zona y viajaba a bordo de la embarcación fluvial 'Malaïka' que fue asaltada por los rebeldes.

"El doctor Sarsa está en manos del número uno del grupo terrorista", afirmó el ministro de Comunicación congoleño en su comparecencia ante la prensa en Kinshasa para informar del resultado del ataque del grupo rebelde enyele contra la ciudad de Mbandaka y su aeropuerto el domingo pasado.

Por su parte, la ministra responsable de la provincia Ecuatorial congoleña, donde se produjo el secuestro, Rebecca Ebale, ha dicho que las Fuerzas Armadas del país (FARDC) siguen la pista de los rebeldes, que se habrían refugiado en la selva de Djombo, en las proximidades de la ciudad de Mbandaka.

Usarían su vello corporal como amuleto

Según informó el ministro de Información del Gobierno de la República Democrática del Congo (RDC), Lambert Mende, los rebeldes enyeles congoleños que han secuestrado al médico español le habrían afeitado el vello corporal para la fabricación de amuletos mágicos para protegerse en la batalla.

Sarsa habría sido "afeitado completamente por Ibrahim (dirigente rebelde), que cree en amuletos mágicos hechos con pelo de los blancos", afirmó Mende.

Las milicias pro y antigubernamentales de la RDC suelen utilizar abalorios y amuletos tradicionales para adornarse para la batalla con la creencia de que les protegen de las balas del enemigos. Algunos incluso creen que los amuletos pueden convertir en agua las balas.

El doctor Sarsa, un experto conocedor de África

Mario Sarsa, que reside en el municipio turolense de Alcañiz, es un gran conocedor de África y ejerció la medicina en Guinea durante más de veinte años, tal y como ha confirmado Alfredo Terrén, amigo suyo desde la infancia.

El hermano del médico ha asegurado que Sarsa "conoce África mejor que muchos africanos", por lo que ha aseverado que "sabe lo que hacía".

Terrén explicó que el médico, que tiene dos hijos de 26 y 28 años, ha dedicado "toda su vida" a trabajar en África.

Tras su estancia en el continente africano, donde trabajó como médico cerca de 25 años, Sarsa comenzó a trabajar en la localidad zaragozana de Caspe como médico de apoyo. Había viajado al Congo para pasar allí sus vacaciones.

Llevaba dos meses de viaje en Africa, en las zonas de Uganda y Congo, cuando fue secuestrado y "su billete de vuelta era para el 19 de abril".

Sarsa es uno de los miembros fundadores de la Asociación Africanista Manuel Iradier, una organización no gubernamental con sede en Vitoria presidida por Álvaro Iradier, bisnieto del explorador Manuel Iradier.

Según han dado a conocer fuentes de dicha asociación, la última vez que contactaron con él fue el 12 de marzo pasado. El médico les escribió un correo electrónico en el que decía que tenía previsto regresar a España a finales de abril.

En el mismo correo, Sarsa les informaba de que se encontraba en Bunia, en la R.D. del Congo, camino de Kisangani, y que esperaba iniciar "el descenso del gran río hasta Khinsasa, eje central de este pequeño periplo" que estaba haciendo y que empezó en Uganda.

Rebeldes armados

Los enfrentamientos -en el transcurso de los cuales habría resultado secuestrado el médico español- se iniciaron el domingo pasado, cuando los soldados descubrieron en Mbandaka un grupo de rebeldes enyele armados en una embarcación procedente de Kinshasa y, posteriormente, varias docenas atacaron el aeropuerto.

En noviembre pasado, la provincia Ecuatorial del Congo fue escenario de enfrentamientos entre clanes de las etnias enyele y munzaya, cuando milicias del primer grupo trataron de apoderarse de tierras y zonas de pesca y piscifactorías de los segundos. Decenas de personas resultaron muertas y cerca de 200.000 se vieron desplazadas, de las que decenas de miles huyeron al vecino Congo-Brazzaville debido a los enfrentamientos.

El gobierno congoleño asegura que siete miembros de las Fuerzas Armadas congoleñas (FARDC), tres de la Misión de la ONU en el Congo (MONUC), un piloto sudafricano, un ghanés y un uruguayo, además de dos civiles, murieron en el ataque con los rebeldes.

Por su parte, los rebeldes - que se denominan Movimiento de Liberación Independiente de los Aliados- tuvieron 21 bajas, tres de ellos linchados por la población de Mbadaka. Además 38 de sus componentes fueron capturados.