El embalse, iniciado en 1991 para alimentar al canal d'Urgell y en un futuro al Segarra-Garrigues, está más lleno que nunca, y hoy ha empezado a desembalsar agua desde su nivel más alto, una vez que ha acabado la puesta en carga.

El proceso forma parte de las pruebas de los aliviaderos superiores que permitirán empezar el desembalse controlado durante 30 días hasta situar el nivel del agua en la cota 420,5, la que tenía antes de comenzar las últimas pruebas llenado. Después, el embalse podrá crecer hasta la 428, y finalmente pasar de la fase de pruebas a la de explotación.

"Rialb ha acabado de seguir todos los protocolos de seguridad y ha llegado a la culminación en un año hidrológico fantástico", dijo hoy el secretario de Estado de Medio Rural y Agua, Josep Puxeu, que anunció el inicio para este mes las obras del pantano de Albagés, que también alimentará los regadíos del canal Segarra-Garrigues.

El secretario de Estado hizo estas declaraciones en Lleida, donde avanzó que el 27 de abril se adjudicarán las obras del quinto tramo del Segarra-Garrigues. El próximo consejo de administración de Acuaebro aprobará la adjudicación del tramo, que tendrá 22 kilómetros y discurrirá por los municipios de Madà, Arbeca, Els Omellons, la Floresta y Cervià de les Garrigues. La obra fue licitada por 89 millones de euros.

El inicio de este tramo está supeditado a la resolución del procedimiento de infracción iniciado por la Comisión Europea para garantizar medidas medioambientales. Según Puxeu, la Unión Europea está a punto de cerrar esos expedientes.

El secretario de Estado anunció también una inversión de 15 millones de euros para obras de transformación en regadío de los municios de Peramola, Basella y Oliana.