De este modo, ambas entidades deben definir las comisiones encargadas de la negociación, programar el calendario y el orden en que se abordarán los contenidos. En este sentido, hay dos bloques principales: por una parte el proyecto financiero y por la otra el proceso de integración como tal.

Además, las cajas estudian, por separado, la estrategia a seguir en las conversaciones. Altos directivos de Caixa Galicia y Caixanova están en contacto desde ayer —cuando el consejo de administración de la segunda ratificó el acuerdo para iniciar contactos formales— para concretar la forma en que se llevarán a cabo y poder "sentarse" a hablar.

Por su parte, fuentes sindicales explicaron que están convocados, junto con los equipos directivos de Caixanova, a una reunión que se celebrará el próximo día 15 de abril. El responsable de CIG-Banca, Clodomiro Montero, consideró que este encuentro forma parte de los "habituales" que mantiene el director general, José Luis Pego, con responsables de la entidad y a los que "están invitados" los representantes de los trabajadores.

Así, Montero indicó que la CIG pidió, tras conocer que la fusión "podría no ser en los términos pactados", una reunión con la Consellería de Facenda y advirtió que la formación sindical "tomará medidas" si no obtiene una respuesta, pues teme "las repercusiones" que tendría sobre el empleo una unión que conlleve el cierre de más oficinas de las calculadas por sindicatos y Gobierno gallego en un primer momento.