El litoral pasará a medir un kilómetro de largo (ahora tiene 500 metros) y 20 de ancho (seis más que ahora), una vez que se consoliden los muros de contención entre la carretera, que está a más altura, y la zona de baño.

Los 6.000 metros cúbicos de arena se sumarán a los 4.000 que Ayuntamiento  y Costas repusieron el pasado verano. «Se extraerán del fondo submarino del mismo litoral», indican fuentes de la Concejalía de Turismo.

Trabajos en el entorno

La playa lucirá un lavado de cara que la hará más grande y atractiva. Esta obra irá acompañada de un proceso de remodelación del entorno, que incluye la creación de un paseo peatonal de 1,5 kilómetros de extensión con arbolado, plantas, zonas de sombra, mobiliario urbano y un aparcamiento de más de 200 plazas detrás del edificio de las Torres.

El emisario alejará el agua sucia

Las obras del emisario submarino permitirán el desagüe tanto de los vertidos procedentes de la depuradora Monte Orgegia como de las aguas pluviales de los barrancos de Juncaret y Orgegia, a cuatro kilómetros de distancia. Las conducciones podrán canalizar caudales de 6,5 metros cúbicos de agua por segundo y preservar así la playa en caso de lluvias de gran intensidad.