Según informó el Departamento de Interior en un comunicado, tras recibirse en las últimas semanas informaciones que apuntaban a la posibilidad de que dentro de un bar del barrio de Zaramaga se traficara habitualmente con sustancias estupefacientes, en la tarde de ayer la Ertzaintza estableció en torno al mismo un dispositivo de vigilancia.

Alrededor de las seis de la tarde agentes no uniformados vieron cómo un joven entraba al local, dirigiéndose a un varón allí presente, con el cual mantuvo una breve conversación. Tras el encuentro, éste último acudió a la zona de los baños para regresar poco después con un pequeño envoltorio que entregaba al citado joven a cambio de dinero.

Una vez comprobado que lo que habían presenciado era una compra-venta de hachís, se procedió a la detención del presunto traficante, de 25 años de edad. Acto seguido los agentes se dirigieron a la zona de los servicios comprobando que, en el baño de señoras y oculta detrás del lavabo, había una cavidad donde encontraron varios fragmentos similares de hachís junto a una navaja con restos de esta sustancia.

Mientras los agentes se encontraban dentro del local, accedió al mismo otro individuo que fue identificado y también detenido por tráfico de sustancias estupefacientes, al hallarse en su poder una tableta de hachís de unos 100 gramos.