Las islas Chatham dan el pistoletazo de salida al apagón contra el cambio climático

    Foto de Auckland, Nueva Zelanda, durante 'la hora del planeta'.
    Foto de Auckland, Nueva Zelanda, durante 'la hora del planeta'.
    Foto de Auckland, Nueva Zelanda, durante 'la hora del planeta'.

    Las remotas islas Chatham, en el Pacífico neozelandés, dieron este sábado el pistoletazo de salida al apagón planetario para concienciar al mundo, al menos durante una hora, de la necesidad de luchar contra el cambio climático.

    Los 600 habitantes de las minúsculas Chatham, que marcan el inicio del ciclo horario, apagaron sus generadores de diesel para participar en la 'Hora del Planeta', la iniciativa que impulsa el Foro Mundial para la Naturaleza (WWF).

    "La Hora del Planeta es una plataforma global para que millones de personas expresen su preocupación por los efectos devastadores del cambio climático", señaló James Leape, director general de WWF, en un comunicado difundido en Ginebra.

    Sydney, la primera urbe

    Cuando los últimos participantes, los habitantes de las Islas Samoa -también en el Pacífico-, se queden a oscuras, habrán pasado 26 horas, en las que se ensombrecerán 4.000 ciudades de 121 países, incluidos monumentos tan emblemáticos como la Torre Eiffel, la Ciudad Prohibida o el Empire State Building.

    Sydney fue la primera gran urbe en sumarse a la iniciativa ecológica, al apagar las luces del famoso Puente del Puerto y la Casa de la Ópera entre las 20.30 y las 21.30 horas locales, la franja horaria elegida para el apagón mundial.

    Australia apagó la iluminación de otros lugares emblemáticos, rascacielos, museos, sedes de alcaldías, además de decenas de miles de familias que cortaron la luz en casa o se unieron a los actos organizados al aire libre, como la comida campestre convocada en el parque Federación de Melburne.

    Edificios icónicos

    En Nueva Zelanda, 47 poblaciones secundaron la propuesta y, durante 60 minutos se volvieron invisibles las famosas Sky Tower y Beehive, entre otras construcciones.

    La convocatoria también apagó las luces de algunos edificios icónicos de Japón, como la Torre de Tokio, que, con sus 333 metros de altura, es la torre de acero más alta del mundo y que abandonó su tono morado para apagarse a las 20.30 horas (11.30 GMT).

    También se oscureció el simbólico Memorial de la Paz de Hiroshima, recordatorio e las víctimas de las bombas atómicas con su cúpula bombardeada en 1945.

    Menos seguida en Japón

    La convocatoria, aunque más extendida en Japón que en años anteriores, fue no obstante menos seguida que en otros países, como ha reconocido el WWF, y en Tokio muchas luces de hogares particulares se mantuvieron encendidas durante la Hora del Planeta.

    En Corea del Sur, se apagaron edificios como la Torre de Seúl, resaltaron numerosos internautas surcoreanos que siguieron la convocatoria de WWF a través de Twitter.

    En la India, un país atenazado por la carestía energética y frecuentes cortes de electricidad, el WWF se ha propuesto superar el ahorro que consiguió la iniciativa el año pasado, estimado en 1.200 megavatios, la mayoría en Nueva Delhi.

    Cenas con candiles

    Desde la capital, las autoridades animaron a los ciudadanos a "celebrar una cena con candiles", después de que el año pasado varios hoteles, oficinas y edificios históricos ya formaran parte del apagón voluntario.

    También se sumaron a la iniciativa las autoridades de Pakistán, que instaron a los ciudadanos a que se unieran al Gobierno en el apagón de las luces de sus hogares en todo el país, donde la actual crisis energética ya obliga a cortes en el suministro de 6 horas en Islamabad y hasta 18 horas en algunas zonas rurales.

    En Filipinas, participarán 1.041 ciudades y se calcula que unos 15 millones de filipinos apagarán las luces de sus casas durante una hora. En Indonesia, Malasia, Singapur y otras naciones asiáticas, los grupos ecologistas han organizado numerosos actos para estar presentes en la Hora del Planeta.

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