De la Vega dice que la reparación a los familiares de Miguel Hernández "dignifica" la memoria del poeta

La nuera del escritor oriolano asegura que tienen "todos los documentos preparados" para pedir la nulidad de la condena a muerte

La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, afirmó hoy que la Declaración de Reparación y Reconocimiento Personal a los familiares de Miguel Hernández "dignifica, reconoce y rehabilita" la memoria del poeta y es "un desagravio a quienes vivieron situaciones de persecución y violencia durante la Guerra Civil española y la dictadura".

María Teresa Fernández de la Vega hizo estas declaraciones hoy en Alicante, durante el acto de entrega de la Declaración de Reparación y Reconocimiento Personal a los familiares del poeta Miguel Hernández, en virtud de la Ley de Memoria Histórica, en el que estuvo acompañada por el ministro de Justicia, Francisco Caamaño, la ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, el rector de la Universidad de Alicante, Ignacio Jiménez Raneda, y el presidente de la comisión del Centenario de Miguel Hernández, José Carlos Rovira.

La declaración fue recogida por María José Hernández y Lucía Izquierdo, nieta y nuera, respectivamente, del poeta alicantino, fallecido en prisión el 28 de marzo de 1942. La ceremonia se produjo dos días antes del 68 aniversario de su fallecimiento.

Para De la Vega, esta ceremonia ha sido "una reafirmación de los valores en los que creyó Miguel Hernández", —entre los que citó "la defensa de la libertad, el rechazo de la opresión o la rebeldía ante la injusticia"— y que consideró que hoy en día "se asumen como el mejor legado del poeta, y que se han incorporado al corazón mismo de la democracia".

Así, en su intervención, la vicepresidenta primera puso en valor la figura de Miguel Hernández a quien se refirió como "un genio artístico que supo levantarse contra generaciones de prejuicios, que siempre entendió que la propia libertad se construye desde el compromiso y que amó como pocos a su tierra y a los que habitan en ella".

Por este motivo, señaló la necesidad de "reconocer y rehabilitar" su memoria, a través de la Ley por la que "se reconocen y amplían derechos y se establecen medidas a favor de quienes padecieron persecución o violencia durante la Guerra Civil y la dictadura".

Según la vicepresidenta, aunque "hay quienes dicen, muy fríamente, que no es algo necesario", esta norma "se hacía más necesaria, era más urgente, porque demasiada gente, durante demasiado tiempo, ha visto relegada, cuando no olvidada, su memoria".

Al finalizar el acto, los familiares de Miguel Hernández se mostraron "muy satisfechos" por la Declaración de Reparación y Reconocimiento Personal del escritor y aseguraron que para continuar con la rehabilitación de la memoria del poeta comenzarán los trámites para que "solicitar al Tribunal Supremo (TS) la anulación de su condena a muerte".

La nuera de Miguel Hernández, Lucía Izquierdo, agradeció la "rapidez" con la que el Gobierno ha actuado respecto a la reparación del poeta, y aseguró que pedirá "la nulidad de la condena a muerte, que continúa vigente, para lo que están todos los documentos preparados". Asimismo, Izquierdo mostró su deseo de que el centenario del nacimiento de Miguel Hernández se cierre con la noticia de que "su condena a muerte desaparezca".

"defensor de la libertad,

En momentos dolorosos"

El ministro de Justicia, Francisco Caamaño, fue quien leyó la Declaración de Reparación que fue entregada a los familiares del poeta oriolano, donde se destaca que Miguel Hernández, poeta de la generación de 1936, fue un "defensor de la libertad y de los valores democráticos en momentos dolorosos de nuestra historia".

La declaración añade que Miguel Hernández "ingresó injustamente en prisión el 4 de mayo de 1939 y fue condenado a muerte en virtud de una sentencia dictada, sin las debidas garantías por el ilegítimo Consejo de Guerra". Esta pena fue finalmente conmutada por la de reclusión mayor, aunque falleció por la precaria salud derivada de las condiciones en las que se encontraba recluido.

La Declaración de Reparación se ilustraba con los siguientes versos del poeta: "Para la libertad sangro, lucho, pervivo. Para la libertad, mis ojos y mis manos, como un árbol carnal, generoso y cautivo, doy a los cirujanos. Para la libertad siento más corazones que arenas en mi pecho: dan espumas mis venas y entro en los hospitales, y entro en los algodones como en las azucenas".

El poeta Marcos Ana, quien ofreció en el penal de Burgos en 1960 uno de los primeros homenajes a Miguel Hernández, ofreció una lectura de poemas durante este acto de reconocimiento, enmarcado en las actividades organizadas con motivo del centenario del nacimiento del poeta y dramaturgo oriolano en 1910, y entregó a la vicepresidenta primera del Gobierno y a los ministros de Cultura y Justicia un ejemplar con el contenido del homenaje realizado en esa fecha.

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