Cuando en la industria del porno se había estancado la venta de revistas, cintas de vídeo y dvd's, la distribución de películas X a través de teléfonos móviles, consolas y el novísimo vídeo I-Pod viene a revivir este, ya de por sí, lucrativo negocio.

La industria pornográfica siempre se ha adaptado y aprovechado las últimas tecnologías. Quizá por eso, no es de estrañar que haya visto tan rápidamente el filón de permitir a sus usuarios descargarse y ver películas X en cualquier lugar y en cualquier momento a través de algo tan cotidiano y 'disimulado' como un teléfono móvil.

El negocio del porno-portable creará 200 millones de dólares, algo más de 171 millones de euros, de beneficios al año en Estados Unidos, según publica The Washington Post basándose en los informes de la auditoría Yankee Group.

El veterano empresario del porno, Harvey Kaplan, asegura que su nueva compañía Xobile, dedicada exclusivamente a la producción y venta de películas para móviles y PDA's (ordenadores de mano) está creciendo "a toda marcha". Y es que, como cuenta Kaplan en un artículo de

Enganchando nuevos consumidores

Este nuevo mini-porno está siendo especialmente bien acogido, según los expertos, entre aquellos que son reacios a descargarse porno en sus ordandores y entre la comunidad gay.

La semana pasada, la productura Lucas Entertaiment, especializada en pornografía gay, anunció que los trailers de sus nuevas películas estarán disponibles para i-Pod. Su fundador, Michael Lucas, asegura que el mini-porno es una buena forma de introducir sus productos en la comunidad gay. "No tengo un solo amigo gay que no tenga el nuevo I-Pod. Los gays están mucho más al día de las nuevas tecnologías", dice Lucas.

Algunos, como el gran coleccionista de pornografía Ralph Whittington, no conciben como este porno en dos pulgadas puede triunfar. "No me imaginao a nadie que quiera ver una película X mientras espera un avión".

A la misma velocidad a la que se desarrolla al industria del porno-portable, lo hacen las medidas para evitar que los niños vean "contenidos inapropiados" en sus teléfonos móviles. De momento, la única propuesta es calificar por edades las películas que se pueden descargar al igual que en la industria del cine.