Zona 30, o lo que es lo mismo, barrios enteros de la capital en los que no se podrá circular a más de 30 kilómetros por hora (casi la mitad del límite máximo de circulación en vía urbana, situado en 50). El Ayuntamiento de Madrid planea crear zonas de velocidad limitada a 30, 40 o 50 kilómetros por hora según la contaminación acústica de distintos sectores y distritos de la ciudad.

Aunque en la capital ya hay calles que señalan la velocidad máxima a 30 (sobre todo en los barrios de Salamanca y Argüelles) la novedad de este plan es que afectaría a manzanas enteras, no sólo a algunas vías determinadas.

La medida se encaja dentro del Plan de Contaminación Acústica que se desarrollará hasta 2015. El proyecto, que aún está en fase de estudio, pretende disminuir el ruido aerodinámico y de rodadura de los vehículos, reduciendo así su contaminación acústica. Todavía no se ha señalado, en concreto, las zonas en las que se aplicará esta medida, pero en el informe del plan editado por el Ayuntamiento se desgranaban unas cuantas pistas.

Por ejemplo, la Zona 30 estarían delimitada en los alrededores de los centros educativos, hospitalarios y culturales de algunas de las 43 espacios en los que el Consistorio ha registrado mayores niveles de ruido, como la calle Alcalá (Retiro), la calle Juan Bravo (Salamanca), Avenida de San Luis (Ciudad Lineal) o la calle Ramón Power (Hortaleza).

No obstante, para que el objetivo se cumpla, el Gobierno local podría también instalar más radares, montando además, señales variables que ajustarán los límites de velocidad a la fluidez del tráfico, a las condiciones meteorológicas y al horario.

Por su parte, en aquellas zonas en las que se pueda circular a 50 kilómetros por hora se podría también cubrir las calzadas con un tipo de asfalto poroso y de capa fina (thin layer) que reduciría los niveles de emisión sonora por rodadura y el ruido del motor.

No obstante, para la sustitución del pavimento se tendría en cuenta ciertas características como los carriles de aceleración y deceleración, la velocidad del vía o la facilidad para la limpieza. Con el objetivo de seguir disminuyendo la velocidad de los coches, se sustituirán los cruces con semáforos conflictivos por rotondas.

Además, se dotará de más visibilidad a los pasos de cebra e incluso se podrían instalar chicanes (espacios preparados para que los vehículos reduzcan la velocidad, muy usado en los circuitos de Fórmula 1). También se llegaría a estrechar la calzada y ampliar las aceras en las zonas de uso residencial.

Restringido para mercancías

Otra de las medidas en estudio del Plan de Acción contra el Ruido que afectan a la movilidad es el transporte de mercancías, el cual quedará restringido al reparto en zonas residenciales durante el horario nocturno. Aparte, se planea cambiar la flota móvil del Ayuntamiento de Madrid dedicada a tareas de recogida de residuos y limpieza, seleccionando equipos y herramientas atendiendo a las características acústicas que primen las bajas emisiones de ruido.