Siete de cada diez comerciantes de Mallorca sostienen que la campaña de rebajas de invierno fue peor que la de 2009

Siete de cada diez comerciantes de Mallorca (68 por ciento) sostienen que la campaña de rebajas de invierno, desarrollada entre el 7 de enero y el 7 de marzo de este año ha sido peor que la de 2009, frente al 22 por ciento que considera que ha sido igual y el 10 por ciento que dice que ha sido mejor, según revela un informe de Pimeco.

No obstante, estos datos son ligeramente superiores a los obtenidos en 2009, cuando el 76 por ciento de los pequeños y medianos comercios de los sectores de confección, calzado y complementos dijo que la campaña de rebajas de invierno fue peor que la de 2008, frente al 16 por ciento que señaló que fue igual y el 8 por ciento que admitió que fue mejor.

Además, los resultados de la campaña de rebajas de 2010 han sido peores que las expectativas generadas, ya que, según un estudio de Pìmeco, sólo el 37 por ciento de los comerciantes de Mallorca esperaba que fuera peor que en 2009, mientras que el 51 por ciento augurar que sería igual y sólo un 12 por ciento confiaba en que fuera mejor.

Respecto a las causas que originaban esta percepción, los comerciantes indicaban que ello obedecía a la crisis económica que se venía padeciendo desde mediados del año 2008, al desempleo que ésta había provocado y a la actitud generalizada de los clientes, reacia a efectuar compras, lo que supondría una menor materialización del volumen de ventas en todos los comercios minoristas.

Ello respondía, según explicó Pimeco, a la escasa actividad comercial de los meses precedentes, los cuales excepto el periodo de las festividades de navidad, Año Nuevo y Reyes, habían arrojado unos niveles de facturación realmente mínimos.

En cuanto al volumen de productos expedidos, respecto al stock almacenado al inicio de la campaña de rebajas, los comerciantes manifiestan que a finales de la campaña de rebajas, se había liquidado el 88 por ciento del remanente que existía antes del inicio de la campaña y, en consecuencia, el nivel de stock almacenado a la finalización de las rebajas representaba el 18 por ciento, frente al 21,5 por ciento de 2009.

Sin embargo, Pimeco precisó que una disminución de estocaje almacenado a la finalización de la temporada, no tiene por qué indicar, en principio, una mejoría de la actividad comercial respecto a la campaña anterior, sino que en esta temporada de otoño-invierno que ahora ha finalizado, la reducción obedece a una menor dotación de los stocks iniciales al inicio de la misma (-20 por ciento) y a una menor reposición de productos a lo largo de esta (-68 por ciento), dada la atonía de las ventas como consecuencia de la recesión generalizada del consumo de este tipo de bienes.

Por otra parte, señaló que la disminución del stock final en esta campaña, también obedece a la variable climatológica, toda vez que los meses de enero y febrero han sido particularmente severos, lo cual ha favorecido la venta de productos de invierno, propios de la temporada.

En cuanto al tipo medio de descuento sobre el precio normal de venta al público de la temporada, se ha situado en una media del 46 por ciento, de forma que la tasa media de descuento en términos comparativos ha experimentado un decrecimiento del 32 por ciento respecto a la tasa del año 2009 (68 por ciento) que, a su vez, había experimentado un espectacular crecimiento del orden del 42 por ciento, respecto a la misma tasa del año 2008 (48 por ciento).

"política de precios a la baja"

"La política de precios a la baja experimentada desde los inicios de la temporada, la retracción de las ventas en la temporada ordinaria y las condiciones climáticas de los meses de enero y febrero han facilitado el remate de las compras en rebajas y ha posibilitado que el nivel de stock almacenado a la finalización de la campaña, se haya situado en los valores normales de las campañas de rebajas anteriores al estallido de la crisis", indicó Pimeco.

Por otra parte, subrayó que esta "ligera recuperación" de la actividad comercial y las ventas en rebajas, "no debería interpretarse como una reactivación del comercio minorista, ya que éste sigue permaneciendo en la "más absoluta atonía, toda vez que el comportamiento de los consumidores sigue siendo clamorosamente reactiva".

Así, precisó que los mejores resultados respecto a la campaña de 2009 obedecen "a un ajuste de precios a la baja que repercuten negativamente sobre la rentabilidad de los comercios y, en algunos casos, a su estabilidad y permanencia en el tejido comercial de Mallorca".

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