En rueda de prensa, el portavoz del Ejecutivo melillense, Daniel Conesa, denunció la situación que se vivió el pasado sábado 6 de marzo en el ferry de Acciona-Trasmediterránea que conllevó que el pasaje tuviera que soportar una travesía de 16 horas, el doble de lo previsto, al subrayar que "esto que ha ocurrido no se puede permitir".

Conesa señaló que dicho organismo dependiente de la Administración Central debe averiguar por qué Capitanía Marítima de Málaga no facilitó que el buque Juan J. Sister pudiera atracar en un muelle distinto al inicialmente previsto, para permitir que los más de 450 pasajeros, entre los que se encontraban niños de corta de edad, pudieran desembarcar.

Además el portavoz señaló que se debe descubrir si el Puerto de Málaga "cuenta o no" con remolcadores precisos para un barco como el Juan J. Sister, ya que en Melilla tuvieron que cambiar el remolcador existente por otro "más potente", necesario para ayudar a hacer la operación de atraque de este buque de Acciona.

Conesa se expresó de este modo después de que el delegado del Gobierno en Melilla, Gregorio Escobar, anunciara que la Dirección de la Capitanía Marítima investigará por qué el barco de la compañía de Acciona-Trasmediterránea que enlaza Melilla con Málaga tardó cerca de ocho horas para atracar el pasado sábado en el puerto de la capital de la Costa del Sol, en concreto desde las 8,00 horas hasta las 15,40.