Logroño y Zugarramurdi sellan su reconciliación en el 400 aniversario de la 'quema de brujas' por la Inquisición

Los Ayuntamientos de Logroño y de Zugarramurdi sellaron hoy su reconciliación en el 400 aniversario del auto de fe de la Inquisición, celebrado en la capital riojana, en el que fueron procesados 53 vecinos de la localidad navarra, y que concluyó con la condena a la hoguera de 11 de ellos, en lo que se conoció como la 'quema de brujas'.

Los actos en recuerdo de aquellos acontecimientos de 1610 comenzaron este mediodía, con la celebración de un pleno institucional en el Consistorio logroñés, al que asistieron 53 vecinos de Zugarramurdi -el mismo número de los procesados en el auto de fe-, encabezados por su alcalde, Jesús Aguerre.

Ante un salón de plenos repleto, la sesión se inició con las palabras de la presidenta del pleno, Sara Alba, quien calificó el juicio como "un doloroso acontecimiento", ante el que consideró que "estamos frente a una oportunidad de reencuentro en paz y democracia entre ambos municipios".

Acto seguido, tomó la palabra el escritor y experto en el tema Manuel de las Rivas, quien explicó que el origen de la persecución a las brujas partió de la distinción entre brujería, "entendida como una característica cultural, con el brujo o bruja como parte importante del desarrollo del grupo, una persona con una relación mágica con la naturaleza", y la brujomanía, "una psicosis, una agresión y un ataque ante quienes aparecen como diferentes, a los que no se quiere o se tiene miedo de conocer".

Fue, en sus palabras, el cambio de la concepción antropológica a la teológica "con la creencia de la intervención del demonio", lo que desencadenó las 'cazas de brujas' que se dieron por toda Europa en los siglos XVI y XVII. En este marco, incardinó el proceso de Logroño, en el que sobresale la figura del 'abogado de las brujas', Alonso de Salazar Frías, el primero que tuvo sospechas sobre los procesos, y cuya intervención propició el cambio.

"Salazar actuó desde la razón, y, el resto, desde el fanatismo", afirmó De las Rivas, quien concluyó su intervención afirmando que "la Inquisición ya es historia, y, en el presente, lo que importa es el abrazo, el choque de manos, el conocimiento mutuo entre Logroño y Zugarramurdi, todo ello desde el punto de vista pacífico".

Para el alcalde de la localidad navarra, Jesús Aguerre, "hace ya 400 años sucedieron hechos muy tristes, que truncaron vidas y transformaron a muchas buenas personas en desconfiados vecinos".

"Hace 400 años, 53 vecinos de Zugarramurdi fueron conducidos contra su voluntad a Logroño para ser juzgados por brujería. Hoy, el mismo número de personas acudimos libremente a esta ciudad para rendir homenaje a nuestros antepasados. Frente al miedo a lo diferente, queremos demostrar hoy que tendiendo puentes al entendimiento, construiremos una sociedad más plural y justa", afirmó.

En sus palabras, "lo mismo que los buenos vinos de esta tierra mejoran con el tiempo, el vínculo entre Logroño y Zugarramurdi ha ido ganando con los años en textura, en fuerza y en expresión".

Por su parte, el alcalde de Logroño, Tomás Santos, "no celebramos este acontecimiento, que, dicho de paso, atesora méritos suficientes para pasar con deshonrosa honra a la historia universal de la infamia".

"Lo que pretendemos hacer -añadió-, lo que estamos haciendo y seguiremos haciendo este año es con-memorar, es decir, recordar juntos unos hechos de innegable trascendencia en los anales de Logroño y que también la tuvieron para la Historia de España".

En este sentido, opinó que "es pertinente que Logroño con-memore tales acontecimientos, aunque algunos de ellos formen parte de una historia de ignominia que no debemos olvidar, aunque sólo sea para aprender a no repetirla, y que conviene conocer para asumirla como propia sin avergonzarnos y procurando sacar de ella las muchas lecciones que encierra".

Habló el primer edil logroñés de la necesidad de "cerrar la vieja herida de dolor y humillación" que supuso el auto de fe, frente a lo que reclamó "un compromiso con la libertad, con la democracia, con la tolerancia, con el respeto a las diferencias y la celebración de las coincidencias, con la tarea de hacer de nuestros pueblos y ciudades espacios de pacífica convivencia".

Los actos de la jornada continuaron, ya fuera de la Casa Consistorial, con el descubrimiento de una placa en la calle Portales, a la altura de la calle Juan Lobo, donde se instaló el estrado para el auto de fe, y con la posterior visita guiada por los lugares de la Inquisición en el Casco Histórico.

Ya por la tarde, se llevará a cabo una plantación, en el Parque del Ebro, de 11 olmos en recuerdo de las once personas que fueron quemadas en la hoguera en el auto de fe. Los actos culminarán con la visita de una delegación logroñesa a Zugarramurdi, prevista para el próximo día 27 de marzo.

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