Así, el nuevo plan establece los países a los que se orientará "en mayor medida" —un mínimo de un 80 por ciento de los recursos— el esfuerzo del sistema gallego de cooperación. Estos serán Cabo Verde, Guinea Bissau y Mozambique, la población saharaui, Bolivia, Ecuador y Perú, Haití, la República Dominicana y Guatemala, El Salvador, Honduras y Nicaragua.

También fija ocho prioridades sectoriales, que son la cobertura de necesidades sociales básicas, la infraestructura y promoción del tejido económico, la participación social, desarrollo institucional y buen gobierno, acción humanitaria, educación para el desarrollo, la inversión en el ser humano, la gestión ambiental sostenible y la consolidación y fortalecimiento de agentes de cooperación.

Al respecto, la Consellería de Presidencia subrayó que los criterios generales que inspiran la política de cooperación del Gobierno gallego son la eficacia de la ayuda, la previsibilidad y concentración de los recursos, la transparencia en la gestión, la coherencia de las actuaciones, la participación social y la coordinación de los actores.

Así, los propósitos estratégicos se estructuran al rededor de tres grandes ámbitos de actuación, señaló, en alusión a la contribución a la reducción de la pobreza, la mejora de la calidad de la ayuda y la promoción en la sociedad gallega de una conciencia solidaria.