El catedrático de Microbiología de la Facultad de Farmacia de la Universidad Complutense de Madrid y miembro del Comité de Bioética de España (CBE), César Nombela, defendió hoy que la existencia humana comienza desde la concepción y se mostró contrario al aborto que, a su juicio, aboca "a una evolución demográfica bastante oscura".

Nombela criticó la Ley del Aborto por "anticonstitucional" y dijo confiar en que prospere el recurso presentado para que se derogue por una normativa que "proteja más la vida humana". Así lo indicó en la rueda de prensa previa a su conferencia en el hospital de Cabueñes titulada 'Bioética y nuevas biotecnologías biomédicas. ¿Cabe revisar el concepto de dignidad humana?', organizada por la Sociedad Internacional de Bioética (SIBI).

A su parecer, no tiene sentido que se deje en manos de la madre el tomar una decisión antes de las 14 semanas y luego no. "Es una parcelación de la dignidad del Ser Humano", apostilló. En cuanto la cuestión de fondo de su ponencia, abogó por la revisión del concepto de dignidad humana, que para él "no es parcelable" y empieza "desde el comienzo de la existencia humana hasta el final natural".

Invitación a la eutanasia

También rechazó la eutanasia o suicidio asistido y enfatizó que la muerte natural no significa que el paciente tenga que morir desasistido, aunque apostó por no llegar "al encarnizamiento terapéutico si sentido". Sobre esto último, reconoció que pueden plantearse dudas en situaciones extremas y auguró que se seguirá investigando sobre los propios criterios de la muerte cerebral. Con todo, afirmó que las decisiones en muchos casos serán "dolorosas y difíciles".

Para Nombela, en una sociedad como la española en la que se aspira a mejorar la calidad de vida, la eutanasia supone "un golpe contra la autoestima" de las personas mayores o disminuidos que parecería que se sientan "invitados a abandonar este mundo de manera poco natural". A su juicio, una misión de la Sanidad en España es la de "humanizar lo más posible" la muerte de los pacientes.

Por contra, abogó por la dignificación y el acompañamiento del enfermo terminal. Asimismo, diferenció la eutanasia del testamento vital, aunque no consideró que sea necesario establecer normas específicas sobre "cómo gestionar esos últimos momentos", como es el caso de Andalucía. "Existe un derecho a vivir pero no a morir como algunos pretenden", apuntó.

Investigación con células adultas

Por otro lado, destacó el hecho de que la investigación con células embrionarios ha ido quedando desplazada por la de células madre adultas, lo que solventa el dilema ético que se planteó en sus inicios. Un dilema que, en su opinión, la Ciencia lo está resolviendo "muy bien".

Según él, de los cerca de 3.000 ensayos registrados para experimentar con terapias celulares, "ninguno" es de células embrionarias. Y aunque reconoció la información que proporcionaron las embrionarias al principio para avanzar en las investigaciones, aseguró que el futuro son las células adultas.

Los comités de bioética y religión

Nombela también justificó la existencia de los Comités de Bioética en España. De hecho, aseguró hoy día "tienen más sentido que nunca". No obstante, matizó que son órganos de consulta y dejó claro que nunca se pretendió que tuvieran capacidad disuasoria.

Además, apeló a su pluralismo y puso de ejemplo el voto en contra que él mismo emitió contra la reforma de la Ley del Aborto, que luego fue refrendado por otros dos miembros. Asimismo, pese a señalar que él con la exposición de su criterio aspira a convencer, son luego los Gobiernos los que tienen la capacidad de legislar y el Pueblo la de pedirles cuentas.

Sobre el papel que juega la religión, se mostró orgulloso en declararse católico pero apuntó que cuando habla de ciencia no habla de una ciencia católica. Nombela señaló que se trata de una cuestión personal y justificó que en España el ámbito religioso tenga derecho a manifestarse. Es más, indicó que la dimensión religiosa forma parte de la vida de todos, incluso de los agnósticos, ya que es también parte de la sociedad.