En un comunicado, indicaron que este proyecto "pretende poner una nueva central térmica de gas en el lugar que dejará la antigua, que ya tiene fecha de cierre".

Los vecinos del barrio de San Juan y la agrupación ecologista hacen referencia, en sus alegaciones, a "las ilegalidades que supondría la apertura de esta nueva central en relación a la distancia mínima de la misma a las casas más cercanas, así como superación de los niveles permitidos de la contaminación atmosférica".

Asimismo, consideran que el proyecto no es necesario "por la reducción de consumo energético de los últimos meses, así como al efecto invernadero de los gases emitidos por la nueva central, que nos alejaría aún más del cumplimiento del protocolo de Kyoto y de la lucha contra el cambio climático".

Desde Ekologistak Martxan, aseguraron que exigirán a los gobiernos central y vasco la sustitución de todas las centrales eléctricas basadas en combustibles fósiles por instalaciones de energías renovables, no contaminantes. También defenderán "la necesidad de reducir drásticamente el consumo eléctrico a través de medidas de eficiencia energética y cambio de hábitos de consumo doméstico e industrial".