Méndez de Lugo dijo a los periodistas que el proceso para elegir a su sustituto debe abrirse en abril o mayo, de forma que el proceso "sigue su curso", aunque recordó que su mandato vence el 19 de julio de 2010 "y sería deseable, porque no es bueno que se produzcan sedes vacantes durante mucho tiempo en cargos de esta importancia como tampoco debe ocurrir en el Tribunal Supremo, que se llegue a un acuerdo pronto y rápido en el CGPJ y se ocupe la plaza en un plazo de tiempo relativamente pronto".

Precisó que nadie le ha comunicado nada acerca de posibles candidatos "ni ningún compañero me ha dicho 'yo quiero'", tras lo que reiteró que "la responsabilidad de este nombramiento es del CGPJ, que debe estudiar los candidatos que quieran ocupar la presidencia del TSJA, no hay otra responsabilidad que la del propio Consejo, que debe recibir las peticiones formalizadas por los candidatos cuando se abra el proceso, algo que se deberá producir entre abril o mayo".

Explicó que posteriormente habrá una comisión de calificación, se analizarán los curriculum y se producirán comparecencias, que son públicas, todo ello "en un proceso de total y absoluta transparencia para que el CGPJ decida, al tener la responsabilidad en el nombramiento de cargos discrecionales, entre ellos los nombramientos de los tribunales superiores de justicia de las comunidades".

De esta forma, todos los candidatos "deberán reunir los méritos suficientes para ser candidatos, aunque la última responsabilidad es del CGPJ, por lo que no puedo inclinarme ni por uno ni por otro en algo que tendrá que valorar el órgano de gobierno de los jueces, que es el que tiene la responsabilidad en el acierto del candidato que luego sea nombramiento presidente del TSJA".

En ese sentido, tras reconocer que todo este proceso "se lleva con gran sigilo por parte de los candidatos hasta que se abra el proceso", Méndez de Lugo consideró que un presidente de un TSJ en una comunidad como Andalucía "debe tener el perfil de ser un buen juez, que quiera y tenga interés y empeño en organizar el gobierno de los jueces, y que afronte con seguridad y los pies bien firmes los retos que tiene pendientes de la Administración de Justicia en un nuevo modelo de justicia y que en ese proceso de transformación se llegue a una justicia rápida, ágil, de calidad, para lograr que el derecho a la tutela jurídica sea efectivo, no sólo una proclamación que está en la Constitución como derecho fundamental, sino que sea realidad".

El pasado 16 de febrero, Augusto Méndez de Lugo, confirmó que no se presentará a la reelección en el cargo una vez que finalice su mandato el próximo julio, cuando habrá cumplido 15 años al frente de este tribunal.

Se trata del único de los presidentes de un Tribunal Superior de Justicia reelegido por tercera vez por los miembros del Consejo General del Poder Judicial y su marcha no debe extrañar, en principio, porque "nunca se ha reelegido a una persona durante cuatro mandatos consecutivos", indicaron fuentes judiciales.