Sucesos.- La monja apuñalada por una indigente en el Albergue Covadonga está "estable" tras ser operada

La vida de la monja del Albergue Covadonga Sor Marcelina Muñiz Pérez, apuñalada ayer en el cuello por una indigente, no corre peligro. Así lo certificaron a Europa Press fuentes de la organización benéfica, quienes apuntaron que la víctima "se va restableciendo" y se encuentra actualmente en reanimación acompañada por otra monja. "Está consciente, no perdió nunca la consciencia", añadieron.

La vida de la monja del Albergue Covadonga Sor Marcelina Muñiz Pérez, apuñalada ayer en el cuello por una indigente, no corre peligro. Así lo certificaron a Europa Press fuentes de la organización benéfica, quienes apuntaron que la víctima "se va restableciendo" y se encuentra actualmente en reanimación acompañada por otra monja. "Está consciente, no perdió nunca la consciencia", añadieron.

"La intervinieron y le limpiaron muy bien la herida", señalaron las mismas fuentes, quienes apuntaron que lo sucedido supuso "un susto grande". Asimismo, indicaron que todos los que estaban cerca contribuyeron a que la cosa no fuera a mayores, al conseguir sujetar a la joven que iba, según estas fuentes, "muy drogada".

Además, explicaron que no hubo ninguna pelea sino que la monja tenía el cuchillo en la mano porque estaba cortando con él en la cocina y al preguntarle a la joven qué quería, ésta se lo arrebató y se lo clavó en el cuello. En el Albergue ya conocían a la joven de antes, había estado allí hace dos o tres semanas, aunque ayer no estaba alojada en el albergue.

Asimismo, un portavoz del HUCA confirmó a Europa Press que la monja fue operada la pasada noche por el Servicio de Cirugía Torácica y se encuentra "estable". "Evoluciona favorablemente", añadió.

Por su parte, la concejala de Servicios Sociales, Esperanza Fernández Puerta, en declaraciones a Europa Press, dijo lamentar "mucho" lo ocurrido en el albergue, ya que es la primera vez que pasa. Es más, quiso poner en valor el que los mismos usuarios de la institución benéfica fueran quienes redujeron a la joven. La edil se puso en contacto con la trabajadora social del centro para conocer el estado de la monja herida.

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