El Ayuntamiento de Daya Vieja (Alicante) celebrará el próximo lunes un pleno en el que se someterá a aprobación una ordenanza de protección de espacios públicos, que prevé sanciones económicas de hasta 3.000 euros para evitar la prostitución en las calles de la localidad, que se practique botellón o se pinten grafitis, según explicaron fuentes municipales.

Esta medida está basada en el modelo aprobado por la Federación Valenciana de Municipios y Provincias (FVMP) el pasado mes de enero, que pretende además preservar los espacios abiertos, controlar la práctica de la mendicidad y del skate con monopatín, el vandalismo, los escándalos públicos y la venta de productos falsificados.

En el caso de Daya Vieja, las quejas de los vecinos por la presencia de prostitutas junto a la carretera que une el municipio con las localidades alicantinas de Rojales y San Fulgencio, llevaron al alcalde, el 'popular' Rafael Vives, a elaborar la ordenanza para atajar los problemas de insalubridad y de seguridad que se generan en la zona afectada.

La nueva normativa será sometida a la aprobación del pleno, que cuenta con la mayoría absoluta del PP, por lo que está previsto que el documento reciba salga adelante "sin problemas" con el visto bueno de la corporación, según indicaron las mismas fuentes.