De esta manera la ULPGC manifestó su preocupación por el cierre e instó al propio Museo a reflexionar sobre su modo de organización como institución privada sostenida con fondos públicos.

Por su parte, el Consejo de Gobierno de la Universidad acordó una declaración en la expusieron que "el Museo Canario custodia un patrimonio cultural imprescindible para el conocimiento y difusión de la cultura de Canarias, siendo lugar de encuentro y trabajo de los investigadores y estudiosos de nuestro patrimonio. Por ello, la posibilidad de que, a consecuencia de un Expediente de Regulación de Empleo, tenga que restringir el acceso a sus dependencias y deje de ofrecer sus inestimables servicios, repercutirá de manera directa en numerosas investigaciones en curso".

"Así pues —continuaron—, nos dirigimos al Gobierno de Canarias, al Cabildo de Gran Canaria y al Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria para que se impliquen decididamente en la solución de este conflicto para que una institución de ciento treinta años pueda seguir poniendo al servicio de la Sociedad canaria el ingente patrimonio que custodia".

Asimismo, señalaron que la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria se pone a disposición del Museo Canario en la búsqueda de una solución de futuro que garantice la viabilidad económica y la sostenibilidad de la entidad.