Morera, que se expresó en estos términos en un comunicado, consideró que la manifestación de hoy convocada por la plataforma Salvem El Cabanyal es "una demostración sin paliativos de que los ciudadanos del barrio marinero rechazan sus intenciones expoliadoras y que la ciudad de Valencia perfectamente puede estar conectada con su fachada marítima sin necesidad de destruir este barrio".

En opinión de dirigente de Compromís, "seguir en su empecinamiento de mantener su proyecto destructor raya la locura o, lo que aún es peor, querer utilizar ese proyecto para seguir enfrentándose el Gobierno central y desviar la atención de los gravísimos problemas que tiene tanto la ciudad de Valencia como el resto de ciudades tanto desde el punto de vista urbanístico, como económico y medioambiental".

"Compromís va seguir exigiendo que el Ayuntamiento de Valencia abra un escenario de alternativas que permitan recuperar social y económicamente el barrio y rehabilitar urbanísticamente el barrio para convertirlo en un espacio digno de su historia y de su gente", anunció Enric Morera.

Del mismo modo, el diputado autonómico incidió en que el acuerdo electoral de las tres fuerzas políticas que conforman la coalición Compromís —el Bloc, Iniciativa y Els Verds-Esquerra Ecologista— "va a convertir este asunto en uno de los ejes del acuerdo en Valencia, convencidos de que Barberá ha tocado fondo con ese proyecto destructor".

A su juicio, "ni los vecinos de El Cabanyal ni los del resto de barrios entienden que no pueda haber otra alternativa a arrasar edificios para conectar la ciudad con su fachada marítima, si es que esa es la intención real del proyecto, cosa que dudamos".

"En ese proyecto están resumidas muchas de las intenciones reales del gobierno del PP en Valencia y particularmente de Barberá ya que, a pesar de presentarse como defensora de las tradiciones, es capaz de destruir edificios protegidos y con una historia que sería irrecuperable para beneficiar a unos pocos", criticó.

Asimismo, Morera denunció la "falta de imaginación" del Gobierno local que, a su entender, "sólo depende de grandes eventos de dudosa rentabilidad social y económica y de acudir a las apisonadoras y al cemento para arreglar la ciudad".