Así lo confirmó en declaraciones a Europa Press el presidente de la patronal conquense, Abraham Sarrión, quien se mostró confiado en que los ediles que han aprobado esa decisión lo hayan hecho después de realizar un análisis riguroso de todos los requisitos "porque si no, sería una campaña de marketing para el pueblo, y un flaco favor para la provincia".

Dicho esto, el presidente de los empresarios conquenses confió en que la situación deficitaria que presentan los ayuntamientos, por norma general, no sea la razón que les lleve a presentarse como candidatos para albergar ese cementerio nuclear.

Así, matizó que un ATC de residuos nucleares merece un tratamiento especial, y si cumple los mismos requisitos que las centrales nucleares no tiene por qué perjudicar a la economía de la provincia.

Preguntado por si está a favor de la instalación del ATC en tierras conquenses, Sarrión dijo no estar "a favor ni en contra", e insistió en que "si se hace, que se haga bien, y entonces dará igual que se sitúe en Yebra, Ascó o Villar de Cañas".