Nueve de cada diez casos tienen que ver con el fraude. El juzgado es un vivero inagotable: un empleado que dice estar de baja pero le hace competencia a su empresa, impagos a proveedores, engaños a las mutuas o desavenencias en el contrato de una separación matrimonial son algunos de los casos que se dan con más frecuencia. De todo esto se encargan precisamente los detectives privados.

Igual que la gabardina, los líos de faldas han pasado de moda. Ahora, algunos padres acuden al detective para saber qué hacen sus hijos cuando salen del instituto.

Aunque la mayoría de las sospechas son fundadas, una semana de seguimiento puede salir por cerca de 2.400 euros. Y es que los detectives cobran por hora, y si algo resiste a los años es el modo de obrar: Colombo sigue al acecho en cualquier esquina.

Pistas sobre un detective

Requisitos: La Dirección General de Policía da la licencia para ejercer. Hay más de 2.000 detectives en España.

Dónde estudiar: La Universidad de Vigo imparte un graduado en ciencias policiales y detective privado desde este curso. También existe la especialidad de criminología en la Facultad de Derecho de la Universidad de Santiago.

De qué se ocupan: Investigan cualquier tipo de delito. «El campo de actuación es tan amplio como la sociedad y sus problemas», cuenta el detective privado Eugenio Baleato.

Código deontológico: Valores como independencia, honestidad, dignidad, sigilo, fidelidad al cliente, compromiso con la verdad... son principios básicos para un detective.

Un día cualquiera: En Captor Detectives aseguran que es un trabajo ordinario, aunque no faltan «horas muertas en el coche, hambre, frío, sueño... Basta que te bajes a mear para que aparezca la persona a la que estás siguiendo».