Los enfrentamientos entre policía y manifestantes dejan 23 muertos en Etiopía

23 personas, entre ellas varias mujeres, han muerto en la capital Addis Abeba según fuentes hospitalarias.
Las fuentes, contactadas en cinco hospitales de la ciudad, dijeron que los 23 murieron cuando la policía antidisturbios se enfrentó con manifestantes que protestaban en el centro de Addis Abeba contra las elecciones celebradas en mayo que la oposición dijo que estaban amañadas.

En las protestas, la policía usa materiales antidisturbios y fuego real, y los manifestantes por lo general se defienden a pedradas.

Las manifestaciones de la víspera se limitaron prácticamente al área comercial de Adis Abeba, pero hoy se extendieron por casi toda la ciudad, incluyendo las zonas residenciales y las áreas donde se encuentran las embajadas.

En un recorrido hecho por EFE por la ciudad pudo verse cómo la policía hacía disparos indiscriminados en una zona de restaurantes y comenzaba a golpear los vidrios de algunos escaparates y a las personas que se encontraban en la calle. La mayoría de las tiendas permanecían hoy cerradas, igual que en la víspera.

Los choques entre manifestantes y agentes policiales, que han llegado a usar ametralladoras, se producen tras la convocatoria de una serie de protestas pacíficas hecha por la oposición para rechazar los resultados de las elecciones del 15 de mayo pasado.

En esos comicios fue proclamado vencedor el partido gobernante, encabezado por el primer ministro, Meles Zenawi, pero la oposición asegura que las elecciones no fueron limpias y se niega a asumir los escaños que le corresponden en la Cámara de Diputados.

El pasado domingo, la CUD convocó una serie de protestas pacíficas para oponerse a los resultados de los comicios, en un calendario que culminará el próximo 15 de noviembre y que esta semana se iba a desarrollar entre el lunes y hoy.

Las medidas de protestas incluían boicotear la compra de productos de empresas estatales, dejar de escuchar las emisoras estatales y tocar las bocinas de los automóviles durante media hora, a primera hora de la mañana.

El Gobierno advirtió de que no toleraría desórdenes públicos, y en la víspera detuvo a seis dirigentes de la Coalición para la Unidad y la Democracia (CUD), la principal fuerza de la oposición, incluido su presidente, Hailu Shawul, a quien Zenawi calificó de "traidor" en octubre pasado.

El Gobierno de Meles Zenawi ya había amenazado con medidas drásticas para garantizar la tranquilidad social y evitar disturbios. "El gobierno ha tolerado demasiado. Su responsabilidad es mantener el orden", afirmó el domingo a EFE el ministro de Información, Birnahu Hailu.

La oposición está pidiendo una satisfacción sobre las denuncias que hizo acerca de los comicios generales del 15 de mayo, que inclusive tuvieron repetirse en algunas jurisdicciones por las irregularidades detectadas.

La CUD obtuvo 109 de los puestos en la Cámara de Diputados, la más importante de Etiopía y que elige al primer ministro, pero ha boicoteado su participación en el Parlamento.

Las del 15 de mayo fueron las terceras elecciones en la historia de Etiopía, pero las primeras en las que a la oposición se le permitía el acceso a los medios de comunicación públicos y en las que hubo observadores.

Una misión de observadores de la Unión Europea, la mayor desplazada a este país, llegó a la conclusión de que no se cumplieron todas las condiciones para que los comicios fueran "auténticamente democráticos".

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