Según el avance del PGOU presentado hoy son 356 hectáreas de suelo residencial las que se contemplan, con una densidad de entre 30 y 50 viviendas por hectárea, manteniendo las zonas protegidas y sin rebasar el río Adaja, y otras 57 hectáreas de suelo industrial. Se prevé, además, "mantener vivo el casco histórico" y conservar el carácter rural de los barrios anexionados.

El crecimiento de la ciudad para los próximos 20 años se ha planificado, de esta forma, pensando en ofrecer viviendas e infraestructuras suficientes para una población de 100.000 habitantes, a la que se espera llegar en diez años si se mantiene el aumento demográfico actual, teniendo en cuenta que la capital abulense cuenta con 62.000 empadronados y que se calcula que la población de hecho podría estar en torno a los 70.000 habitantes.

Se reserva suelo, además, para un nuevo polígono industrial, de 500.000 metros cuadrados, en el eje de la autovía de Salamanca, a la altura de Narrillos de San Leonardo, en un espacio catalogado actualmente como suelo rústico común, de forma que se pretende aprovechar la A-50 para que Ávila sirva de puente entre Madrid y Salamanca.

Otras infraestructuras que también se dibujan son un nuevo hospital, en el sur de la ciudad, que se ubicaría en la zona del archivo del Banco Santander; una estación de AVE; un centro comercial en la zona este, en el entorno de Naturávila, donde se crea también suelo residencial y dotacional, dando cumplimiento a los acuerdos suscritos para la puesta en marcha del Cylog; un nuevo recinto ferial; y una ronda interior que cerraría la zona sur y que conectaría desde la carretera de El Fresno hasta la avenida de Madrid.

El avance del PGOU, que ya ha sido presentado a los grupos de oposición, se llevará al pleno del 29 de enero y, tras someterlo a una fase de información pública y recabar los informes del Estado, la Junta de Castilla y León y la Diputación, incluida la Declaración de Impacto Ambiental, se aprobará provisionalmente y se someterá, de nuevo, al trámite de alegaciones, antes del visto bueno definitivo, que se espera que se produzca ya en la próxima legislatura.

El objetivo, según explicó el alcalde, Miguel Ángel García Nieto, es "hacer un documento abierto y buscar la mayor participación posible", por lo que resaltó que "seguramente habrá muchos cambios en toda la tramitación hasta llegar al documento definitivo", aunque sí quiso destacar que el PGOU "no se va a limitar a crear suelo para construir viviendas, sino que tiene que buscar el futuro de las nuevas infraestructuras".