El grupo mayoritario de accionistas del Instituto Galego de Información (IGI) aprobó hoy su nueva dirección, en la que se cambia la figura de consejero delegado por una gerencia colegiada en la que los opositores a Isaac Díaz Pardo (que hasta ahora ostentaba el liderazgo) presentaron una propuesta en la que se reservan tres puestos y en la que ofrecen otro al galleguista y fundador del ente.

De este modo, y tras más de dos horas de reunión, la mayoría de los 300 accionistas convocados aprobaron la propuesta que lleva a esa dirección colegiada al empresario de Ribadeo Segismundo García, el miembro del consejo de administración de Sargadelos Javier Remeseiro y a la empresa Ligsa —que pertenece a O Castro y en cuya dirección también tiene mayoría también los opositores a Díaz Pardo—.

Por su parte, fuentes próximas al intelectual galleguista Isaac Díaz Pardo, que no acudió a la asamblea de hoy, apuntaron, en declaraciones a Europa Press, que con toda probabilidad el hasta ahora consejero delegado "rechazará" este puesto.

Asimismo, indicaron que los socios de la familia Díaz Pardo criticaron fuertemente, durante la asamblea, esta decisión del 75 por ciento de los accionistas, a los que tacharon de tratar de "lavar la cara" después de "desalojarlo" del puesto.

En este sentido, las mismas fuentes calificaron esta oferta de "ejercicio cinismo" y concluyeron que demuestra "el bajo compromiso ético" de los socios que conforman la mayoría. "Ahora querían que figurase, pero saben que no va a aceptar", sentenciaron.MISIVA

Antes de la asamblea, Díaz Pardo envió una carta en la que explicaba los motivos para no acudir y, en ella, sentenció: "Renuncio a seguir luchando, seguro de que las responsabilidades vendrán aunque no me encuentren vivo".

Díaz Pardo, nacido en Santiago en 1920, ostentaba el cargo de consejero delegado en esta entidad, que depende del Grupo Sargadelos, y en cuya sede guardaba numerosos documentos como los archivos del Gobierno gallego en el exilio y el patrimonio artístico de su padre

Por otro lado, el intelectual galleguista compareció hoy en un juzgado de Viveiro (Lugo) para declarar como querellante del intento de expulsión del grupo empresarial hace dos años y, en declaraciones a Europa Press, Díaz Pardo aseguró que "sólo" un interventor judicial puede salvar al Grupo Sargadelos que, según sus estimaciones, adeuda unos 3,5 millones de euros a los bancos.