Miles de personas acuden a ver la cabalgata de los Reyes Magos, que llegan a la capital aragonesa en avión

Miles de personas, entre ellas miles de niños, acudieron hoy a la cabalgata de los Reyes Magos que transcurrió por el centro de la capital aragonesa, después de que Melchor, Gaspar y Baltasar aterrizaran en un avión en el Aeropuerto de Zaragoza, a las 16.00 horas, donde también fueron recibidos por multitud de niños.

A partir de las 18.00 horas, desfilaron con todo su séquito por la calle Capitán Casado, paseo María Agustín, paseo Pamplona, plaza Paraíso, plaza Aragón, paseo Independencia, Coso, Alfonso I y plaza del Pilar. Allí, los Reyes Magos adoraron al niño Jesús que se encuentra en el Belén municipal.

Los Reyes Magos acudieron a Zaragoza junto con toda su corte, formada por más de 300 personas que han viajaron desde Asia, Europa y África. La cabalga fue abierta por once Carteros Reales de la empresa Mensajería Real Chium, que recogieron las cartas de los niños que todavía no las habían enviado.

Además, había seis mensajeros a caballo, cuatro mensajeros sobre patines y un buzonero encargado de echar al buzón móvil las misivas. El buzón móvil real estaba formado por tres cofres giratorios —uno por cada rey— para facilitar la tarea de los Carteros Reales.

El rey Melchor, blanco y con barba rubia, vino desde Asia acompañado por soldados con arcos y lanzas, un músico con un gong gigante y otros con flautas, panderetas, bailarinas, comefuegos y tragasables, entre otros.

En su carroza también iba su paje principal y sus sirvientes, que llevaban los regalos. Junto a él, avanzó una lámpara maravillosa, que recogió los deseos para hacerlos realidad, un gran elefante sobre iban dos príncipes con sus acompañantes y una torre con niños donde se guardaba el oro que luego entregaron en el portal del Belén de la plaza del Pilar.

Séquito de gaspar

El rey Gaspar —castaño y procedente de Europa—, acudió con un séquito que evocaba la Edad Media y la magia celta. Tres gigantes sabios, acompañados de una formación de músicos percusionistas, fueron los primeros en desfilar. A continuación, había una gran fiesta alrededor de un tonel gigante, con viandas y vino, y la carroza de los dos druidas.

El rey Gaspar iba arropado por su paje principal y sus sirvientes con los regalos y leía libros de magia, realizando experimentos. Tras él, caminaba la Guardia Real, donde un capitán mandaba a un grupo de soldados con espadas y escudos.

Por su parte, el rey Baltasar estaba acompañado de cuatro músicos con tambores que abrieron su cortejo. En primer lugar, se situaba un típico mercado africano; después, la carroza del tesoro y, tras ella, la Barca Sagrada, donde un Sumo Sacerdote y una sacerdotisa, con el Arca de la Sabiduría, iban rodeados de los sirvientes egipcios con su capataz al frente.

A continuación, un ídolo que representaba a una diosa era conducido por un hechicero con máscara y después había una escuela árabe. La Guardia Real, presidida por su capitán y la portaestandarte, abría el paso a la carroza del rey Baltasar, donde también iban su paje principal y los sirvientes con la mirra que llevan de presente.

Como en otras ocasiones, un total de 198 miembros el Cuerpo Municipal de Voluntariado participó en este acto, haciendo un pasillo para el público con el fin de diferenciar espacios y prestar ayuda a los ciudadanos que la precisaran.

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