Existen espacios en los que ha sucedido algo a lo largo de la historia y a los que uno se siente ligado a través de quién relató lo que allí sucedió. Es el punto de partida de Lugares donde se calma el dolor, la nueva entrega de las memorias de ficción de Cesar Antonio Molina. Nacido en A Coruña en 1952, escritor y periodista, fue ministro de Cultura socialista entre julio de 2007 y abril de 2009. Ha publicado una treintena de libros de prosa, ensayo y poesía.retirado de la política desde el mes de septiembre.

¿Se puede compaginar bien una actividad política tan intensa con la literatura?

Toda mi vida he tenido que simultanear la escritura con mis trabajos de periodista, con lo cual nunca he tenido problema porque ha sido mi equilibrio para poder hacer el resto de cosas lo mejor posible. Y*este libro no ha escapado a eso.

¿Fue difícil tomar la decisión de abandonar la política?

No pensaba que pudiera ser útil a la sociedad en el escaño que ocupaba y pensé que sería más útil estando con mis alumnos y mis libros. No son decisiones fáciles, pero lo importante es estar conforme con uno mismo, y ahora lo estoy más que nunca.

¿Defiende la vinculación de los ministros de cultura al sector, como ocurrió en su caso y en el de González-Sinde?

Normalmente a los ministros los escoge el presidente y él decide quién conviene en cada momento. Los perfiles son cuestiones personales.

¿Le ve futuro al eBook desde la perspectiva de escritor?

Para los autores quizás sea más fácil tener nuestras obras completas en un eBook. Siempre he vivido rodeado de papel y se me hace duro el cambio pero creo que todos los avances han hecho bien. El mundo del libro ha atravesado muchos cambios tecnológicos y éste es uno más de ellos. Y el caso es darle un buen sentido que nos ayude a libreros, editores, escritores... A la larga será así.

¿Cómo se liga el concepto de memorias con el de ficción?

Las he denominado así porque creo que las memorias o diarios son el género casi por excelencia de la ficción. Aunque pueda parecer contradictorio. Realmente nada de lo que se escribe, se narra o se cuenta es al cien por cien verdadero.

¿Ni siendo biográfico?

Supone muchas transformaciones del recuerdo, del pensamiento, un proceso entre la reflexión y la escritura.*Por lo tanto, no hablo de mí mismo en ninguno de mis libros, sino que es la mirada de quien observa el mundo y trata de explicarlo desde su perspectiva y punto de vista.

¿Pero se puede leer este libro como un cuaderno de Bitácora de sus últimos cinco años de viajes por el mundo?

Podría serlo, un cuaderno de lugares, lecturas, películas, arte, arquitectura... Es un conjunto de todo ello. Una especie de guía interior hecha a través de esos espacios y referentes que todos tenemos y a los que les damos un sentido.

¿Está trabajando ya en una nueva entrega de sus memorias de ficción?

Sí. Ahora tengo mucho material escrito pero le tengo que dar cierto orden y dirección. En los próximos meses lograré hacerlo. Este libro ha pesado mucho, son 700 páginas, y tengo que empezar ahora a buscar la fórmula para seguir.

¿Es optimista con sus alumnos cuando les habla del futuro del periodismo?

Tenemos muchos siglos como profesión y hemos tenido que afrontar muchos momentos difíciles. Y esto aparece y desaparece a lo largo de su historia. Ahora son momentos complicados. Pero siempre hemos salido adelante. Y ahora también.