El precio de la luz y de los transportes públicos van a ser los principales protagonistas de la cuesta de enero.

Y es que, todos estos conceptos suben mucho más que los sueldos, cuyos incrementos vienen marcados por el Índice de Precios de Consumo (IPC), que este año será previsiblemente del 1%.

Suministros

Luz. El Gobierno central ha aprobado una subida del 2,6% en el precio de la luz, lo que traducido a euros supondrá pagar unos 89 céntimos más al mes para un consumidor medio.

Gas. El coste del gas se mantendrá al mismo precio.

Agua. La propuesta del Gobierno es elevar el coste en origen, en la Mancomunidad del Taibilla, un 8%. Falta por ver cómo lo repercutirá en los recibos Aguas de Alicante.

Transportes

Renfe. El ejecutivo de Zapatero ha aprobado el incremento propuesto por la compañía. Desde mañana el billete de Cercanías será un 6% más caro. El de media distancia subirá un 5% y el de larga distancia un 4%.

TRAM y combinados con el autobús: aunque los billetes y bonos propios del TRAM mantienen sus precios, el Consell sube los que permiten viajar en el tranvía y el autobús: el sencillo pasa de 1,15 euros a 1,20; el Bono 10 de 6,75 a 7 euros; el Bono 20 de 13,50 a 14; el Bono 30 de 20,25 a 21; el Bono Jove de 16,20 a 16,80 y el Bono escolar de 16,20 a 16,80. El Bono 10 para una única zona se mantiene en 6,30 euros, y el integrado de la zona TAM (válido en Subús) cuesta 7 euros.

Taxis. La Generalitat aumenta la bajada de bandera de 1,63 a 1,65 euros y el kilómetro recorrido de 0,95 a 0,96 (tarifa 1, horario laborable y diurno). El importe mínimo pasa a ser de 3,60 (antes 3,55).

Impuestos y tasas

Impuesto de Bienes Inmuebles, de vehículos, basuras. El Ayuntamiento se compromete a congelarlos y ceñirse a la actualización del IPC, con lo que según el concejal de Hacienda, Juan Zaragoza, incluso tendrían que bajar las tasas y precios públicos, ya que la inflación estaba en el -1% en junio. Falta el IPC final.

IVA. La subida que más notarán los ciudadanos. El Gobierno de ZP lo subirá un 2% desde junio.

La recaudación del Ayuntamiento parece haberse calmado tras unos incrementos espectaculares del 4,5% del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) y del 14% del Impuesto de Vehículos de Tracción Mecánica. Cuando se aprobaron, en su momento, los responsables municipales justificaron la impopular medida en que se trataba de una «actualización» porque estos tributos llevaban varios ejercicios sin experimentar variación. Incluso optaron por hacerla efectiva en dos partes, en 2008 y en 2009, para que se notara menos en los bolsillos.