En el libro, Josefina Lerma, investigadora y conocedora de la historia de los pueblos del Bajo Aragón, desarrolla "un completo estudio de la construcción de ambos embalses, pero también se acerca al presente y da pistas de por dónde deberían ir los proyectos futuros, relacionados con su valor patrimonial, natural y paisajístico y su importancia biológica", explican desde la Comarca.

El libro comienza estudiando el río Martín y la escasez de agua: las redes de acequias, el reparto del agua, la idea de guardarla y así llega a los dos embalses de su cuenca. Una referencia al Bajo Aragón en la segunda mitad del siglo XIX abre la puerta al estudio del pantano de Escuriza y su construcción, con los cambios que se fueron realizando sobre los proyectos, la constitución del Sindicato de Riegos, los trámites y la financiación o los avatares de la construcción. Lo mismo se plantea con el pantano de Cueva Foradada, estudiando las obras y la política hidráulica en los inicios del siglo XX.

Las consideraciones finales abordan los embalses en la actualidad y las alternativas de futuro. Los anexos recogen una relación cronológica de acontecimientos y un anexo documental, además de la bibliografía.

Los embalses de Escuriza y Cueva Foradada además de crear paisajes de indudable belleza, tienen un gran valor histórico. Se trata de dos obras, que aunque localizadas en la comarca de Andorra- Sierra de Arcos, tienen una enorme trascendencia en la vida de los pueblos tanto de esta Comarca como del Bajo Martín.

El embalse de Escuriza se encuentra en el cauce del río del mismo nombre, en un paraje conocido como el Congosto, entre los términos municipales de Estercuel, Oliete y Alloza. Por su parte, el embalse de Cueva Foradada se encuentra en el cauce del río Martín, entre los pueblos de Alcaine y Oliete, en un estrecho natural del río poco antes de llegar a esta última población.