Los servicios sociales de Barcelona están desbordados por el incremento de personas que solicitan ayuda básica, como ropa, alimento o vivienda debido a los efectos de la crisis. Las áreas que concentran a más personas que no cuentan con recursos son los barrios del extrarradio de las grandes ciudades del área de Barcelona, además del centro de la capital.

Casos como el de una familia que ha sido citada para el próximo marzo, para que se le asigne una reunión con un asistente social, no son una excepción. Pese a que ayuntamientos y Generalitat han incrementado los recursos económicos y humanos destinados a los servicios sociales, las listas de espera están a la orden del día.

Durante este año, Càritas Diocesana de Barcelona ha atendido a cerca de 10.000 personas derivadas desde los servicios sociales. «Atendemos a la gente durante el tiempo de espera», aclara la responsable del área de programas y servicios de Càritas Diocesana de Barcelona, Mercè Darnell. En otros casos acuden a esta entidad sin ánimo de lucro porque «lo que reciben es insuficiente», añade Darnell.

Desde CC.OO., la responsable de integración social, Asun Franquesa, expone que «todo está saturado, pese a que se ha aumentado el número de profesionales» dedicados a este ámbito y lamentaba que «se tendría que haber invertido antes», en época de bonanza económica.

En tan sólo este año, Càritas Diocesana de Barcelona ha atendido a 50.000 personas, un 11% más que en 2008. Un 36% eran menores de edad (18.000 niños) y un 20%, jóvenes (10.000).