Aminatu Haidar, la saharaui que lleva 25 días en huelga de hambre porque quiere regresar a su casa (en el campamento de El Aaiún del desierto argelino) sin necesidad de viajar con un pasaporte marroquí, ha comparecido en el aeropuerto de Arrecife (Lanzarote), coincidiendo además con el Día de los Derechos Humanos. Hasta ahora, y por su debilitada salud, sólo la habíamos escuchado decir que volverá a El Aaiún "viva o muerta".

Haidar ha asegurado que las gestiones del Gobierno español en su caso "son insuficientes" y ha reiterado que volverá a su casa "viva o muerta". También ha expresado su deseo de que Marruecos "ceda a la presión internacional" y ha subrayado que "nadie puede alimentarme contra mi voluntad". "Es un gran día para defender los derechos humanos", decía.

Ha señalado también que la carta que le escribieron sus dos hijos le ha ayudado a ser "más fuerte que antes".  La activista ha indicado además que el Frente Polisario es el representante legítimo del pueblo saharaui y que siempre lo ha visto como el interlocutor válido para negociar sobre el futuro del Sáhara Occidental.

La saharaui ha hecho pública una carta (leída por la actriz Lola Dueñas) en la que pide al mundo y, especialmente a las madres del mundo, volver a su casa "junto a sus hijos", abrazarlos y "vivir con dignidad". También ha tenido palabras de recuerdo para el pueblo saharaui, "oprimido y reprimido diariamente por la Policía marroquí".

Autodeterminación del pueblo saharaui

El pueblo saharaui vive desplazado en campamentos en mitad del desierto argelino desde que el Sáhara Occidental fuera ocupado por Marruecos en 1975 en la 'Marcha Verde'. La España de Franco (por aquel entonces moribundo), a quien  pertenecía la colonia, dejó de estar interesada en ella. Desde entonces, toda la comunidad internacional hace oídos sordos a su petición de celebrar un referéndum de autodeterminación.