La magistrada del Juzgado de Primera Instancia número 7 de Oviedo ha dado la custodia de tres niñas de 9, 7 y 12 años a la Consejería de Bienestar Social del Principado al considerar que el padre (único referente familiar) "no está capacitado para asumir en solitario las responsabilidades parentales que exige el atender adecuadamente las necesidades de las menores", según la sentencia.

La juez reconoce, según los informes del Equipo Técnico adscrito a los juzgados de Primera Instancia, que además de la imposibilidad física (por su horario laboral) y económica (para contratar a una persona que se haga cargo de las menores), "la tónica general del padre es delegar la educación y cuidado en terceros, siendo más el interés que aparenta que el real".

Aún así, la magistrada sostiene que sí el padre se aviene a realizar un "plan de intervención" propuesto por la Consejería, consistente en primer lugar en trabajar personalmente aspectos relativos a organizar de forma estable su esfera laboral, vivienda y fundamentalmente, pautas educativas y necesarias para el adecuado ejercicio de las responsabilidades parentales, "se podrá valorar el ir incrementando las visitas hasta llegar a poner fin a la institucionalización de las menores".

El informe pericial refleja que las niñas tienen un referente claro en el demandante, con el que tienen la única vinculación familiar y que desearían salir del Centro para irse a vivir con él.

Por otro lado, según refleja el fallo judicial, la psicóloga de la Sección de Centros de Menores manifestó en su informe que aunque no existen pruebas objetivas concluyentes, "si existen datos que conducen a sospechar que han existido pautas educativas inadecuadas al interactuar con las niñas".