Siempre que caen cuatro gotas, los accesos a la capital se atascan. Pero en la mañana de este miércoles se batieron récords. Las carreteras madrileñas sufrieron el mayor caos de tráfico de toda la temporada: a las 8.00 h, en plena hora punta, los atascos se extendían a lo largo de 160 kilómetros, según datos de la Dirección General del Tráfico.

Los accesos a Madrid se convirtieron en una ratonera para los conductores, sobre todo para los que intentaban entrar por la M-40, la A-6 (carretera de La Coruña), la A-2 (de Barcelona) y la A-1 (de Burgos). Allí se registraron los peores embotellamientos.

A las 11.00 h el tráfico comenzó a restablecerse, aunque hasta el mediodía no se normalizó del todo. En días corrientes, la intensidad circulatoria se concentra en la hora punta, entre las 7.00 y las 9.30 h.

Colisión en cadena

El causante de este caos fueron los accidentes provocados por la lluvia y la niebla. A las 9.00 h ya se habían registrado una decena de golpes. El peor de ellos tuvo lugar en la A-6 a la altura de Las Rozas, con una colisión en cadena que obligó a cortar completamente la autovía y a desviar el tráfico por la vía de servicio.

La lluvia estuvo presente en la región durante toda la madrugada. Las carreteras amanecieron mojadas y la niebla espesa reducía la visibilidad, con lo que se incrementó el riesgo de colisiones.

Dentro de la capital también se registraron más problemas de lo habitual, sobre todo en la M-30 en Puente de Vallecas, en Doctor Esquerdo y en el paseo de la Castellana.